octubre 29, 2006

La guerra de Oaxaca

La APPO se equivocó, o lo que es peor, escogió equivocarse. Las medidas adoptadas el viernes 27 de octubre que buscaban radicalizar sus bloqueos y tratar de extenderlos, con la idea de elevarle la apuesta al gobierno federal y poner de rodillas a Ulises Ruiz, dieron un resultado contrario: la enfrentaron con un nuevo factor de resistencia: las mujeres y hombres de Oaxaca, vecinos comunes y corrientes que se oponen a que el estado de sitio crezca. Ellas y ellos que son los más profundamente afectados por la sin razón que priva en esa ciudad.
La gente esta harta, cansada, y ante la terrible perspectiva de que los plantones llegarán más lejos, decidieron enfrentare en muchos puntos con los grupos de la APPO que intentaba colocar más retenes y bloqueos. Empujones, forcejeos, insultos. Algunos bloqueos prosperaron, otros no. Pero estaba la semilla que necesitaban los grupos de choque del gobernador que más estorba en la política nacional, Ulises Ruiz. No pasaron más de cuatro horas para que se diera la primera balacera y tuviésemos un muerto más y varios heridos.
Con esto, el gobierno federal decidió movilizar a la Policía Federal Preventiva y emitir un ultimátum al movimiento. Mientras se escribían estas líneas, todo lo que tenía que ver con Oaxaca era inestable y dudoso.
Las pocas salidas que quedan a esta larga crisis están fincadas en dos asuntos básicos. Uno que se relaciona directamente con la APPO y la Sección 22 y el otro a Ulises Ruiz. En el caso de las primeras dos, es fundamental que se imponga una línea de solución y distensión al conflicto. Hasta ahora todo parece indicar que las posturas mas radicales son las que se han estado imponiendo y el resultado ha sido el estancamiento de toda acción que lleve hacia la normalidad. El boicoteo a las decisiones de las y los profesores apuntan, tanto a los grupos de Ulises Ruiz, como a los propios radicales de la APPO. La problemática esencial radica en la inmovilidad de las posturas y la certeza de la imposición de una verdad única.
La APPO, con este comportamiento parece estar buscando, junto con sus dementes contrapartes del gobierno oaxaqueño, el inicio de una mini guerra civil. Ya no les importa la gente, ni sus derechos, ni su hambre, ni los miles d empleos perdidos, ni el desastre político, ni el desplome del turismo. Lo único que parece importarles es ganar, es imponer. Cuando tu interlocutor cae en ese nivel de ceguera, de obstinación, los esfuerzos para alcanzar salidas negociadas se vuelve inútiles casi por definición. Si la APPO sigue en esa lógica, cierran la salida política de facto.
Por el otro lado hay un personaje que si bien será juzgado por la historia, en este momento podría darle un respiro a esta crisis. Ulises Ruiz. Si le importara la gente de su estado, la gobernabilidad democrática y si tuviera un mínimo de generosidad, daría una salida digna a su persona y una oportunidad de solución a su estado. No parece que eso vaya a suceder. Con esto el Partido Revolucionario Institucional debiese de asumir sus responsabilidades en este conflicto y obligar a Ulises Ruiz a renunciar de manera inmediata y sin condiciones.
Es claro que eso es pedirle mucho a este personaje que ha demostrado ser uno de los principales promotores de una intervención policíaca y militar para poder garantizar su estancia. Para Ruiz la única posible forma de mantenerse a la cabeza de su estado es si hay un acto de represión. Curioso, de represión contra sus propios gobernados, contra sus paisanos.
Si el gobierno federal decide entrar a Oaxaca, como todo apunta, el único ganador va a ser Ruiz. Ahí es donde se percibe que la APPO ha perdido el foco en el debate público. Han logrado poner en un pedestal a su contrincante máximo con el abuso de la intolerancia y la irreductibilidad de sus posturas.
Si este conflicto termina con una intervención militar, los que habrán perdido serán los que creyeron en la APPO y los habitantes de Oaxaca. Pero no habrán perdido los corruptos, los que han abusado del poder, los que han estafado a esa entidad federativa.
Oaxaca no aguanta un muerto más, la situación que por intereses políticos inamovibles se ha desatado en este estado es, ya, inaceptable. Si la solución es esa, los principales responsables serán los que llevaron las cosas a la inmovilidad, serán los radicales, los obtusos. Y los perdedores seremos todos.

octubre 22, 2006

¡Es hora de tomar posición!

Hace algunos años, en las páginas de Crónica, escribí un articulo llamado ‘El PRD y los gays’ en el que manifestaba mi profunda desilusión con ese partido y en particular con el entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, por haber dado carpetazo político a una ley que podría acercar a las parejas homosexuales, y de muchas otras índoles, a derechos que son de uso exclusivo de los heterosexuales. En ese tiempo el gobierno capitalino cerró, por razones electorales, la puerta a la discusión y votación de esta ley por un simple cálculo de votos. Así, pusieron sus principios bajo el tapete y olvidaron que uno de los ejes que hace a la izquierda distinta de la derecha es su disposición a impulsar la igualdad y la equidad, sobre todo cuando se trata de acceso a los mismos derechos.
Para fortuna de esta capital, el día de hoy varios diputados locales del Distrito Federal asumirán públicamente su compromiso para impulsar la iniciativa de la Ley de Sociedades de Convivencia. Esta ley ha pasado por diversos momentos críticos y es altamente probable que por fin pueda ver la luz del día en esta legislatura. Jorge Carlos Díaz Cuervo, de Alternativa, y Victor Hugo Círigo, del PRD, acompañados de Enrique Perez Correa, Raúl Alejandro Ramírez, Juan Ricardo García Hernández serán los que acompañen esta iniciativa en todos sus diversos momentos, hasta, ojalá una votación mayoritaria en el pleno del congreso local.
El asunto no es menor, hay que recordar que esta ley ha sido denominada por sectores conservadores como la ‘ley de los gays’, y que con esa peyorativa calificación se intentando denostar un esfuerzo importante por lograr algo que debiese ser elemental en nuestra sociedad, eso es que, la gente, sin importar su raza, cultura, lengua, estado socioeconómico, preferencia sexual, debemos tener exactaemtne los mismos derechos. Ante la ley, ninguna de estas consideraciones debe ser relevante. Por desgracia hoy no tenemos leyes que de a ciertos nuevos tipos de familias las mismas garantías que sí se le dan a las familias tradicionales.
Nuestra ciudad, y nuestro país también, tiene que empezar a reconocer que hoy es tan familia una madre soltera que vive con su madre como un par de hermanas ancianas que han compartido lo que tienen toda su vida. Como los mismos derechos debe tener un mujer que se enamora de una mujer que otra que se enamora de un hombre.
La sociedad va cambiando con dinámicas que son difícilmente calificables o cuantificables, cada generación se rompen barreras y se construyen nuevas, esa premisa nos debe llevar, en una lógica de comunidad, a entender que no podemos preservar las cosas como son en las leyes cuando en la vida cotidiana de las personas las cosas ya son distintas.
Aprobar esta ley nos permitirá ser capaces de reflejar en nuestras ordenanzas y leyes la diversidad y pluralidad que compone a esta ciudad. Pero además pondrá en un lugar totalmente distinto a mucha gente que no puede acceder a ciertos derechos por el simple hecho de no ser socialmente diferentes.
Es importante que en esta ocasión no haya cálculos, compromisos ni temores que obstaculicen el avance de esta ley. Debemos ser, toda la ciudadanía, vigilantes de que exista un debate amplio y honesto sobre este tipo de legislaciones y sobre todo mantener alejados a los juegos de componendas: es hora de que cada partido y cada legisladora y legislador tome y asuma su postura.
No es difícil imaginar quienes se opondrán en automático. Los panistas y algunos otros como bien pueden los legisladores del Partido Verde, el menos serio de nuestra historia política contemporánea. Los mismos que llegaron siendo tres hombres y una mujer y hoy son cuatro hombres gracias a una oportuna renuncia de la legisladora.
Sin embargo no dudo que dentro del propio panismo habrá quienes entiendan que esta ley es un avance para las mujeres de esta ciudad, que oponerse a este tipo de iniciativa lo que demuestra no es tener muchos y muy pulcros principios, si no más bien una preocupante lejanía de la sociedad misma.
Reconozcamos lo que somos, lo que tenemos, lo que queremos. Reconozcamos el derecho de todas las personas a ser felices y hagamos un genuino esfuerzo por darnos igualdad de derechos. Es hora de tomar posición.

octubre 15, 2006

¿Cuánto cuesta Tabasco?

Hoy, miles de mujeres y hombres de Tabasco irán a las urnas. Lo harán en medio de un clima político tenso, complejo y con brotes de violencia, que en nada ayudan a que se ejerza el derecho y obligación del voto con tranquilidad.
Lo que queda de manifiesto en estos tiempos es que, a pesar de que Oaxaca concentra la atención pública y que las amenazas suben de tono día con día desde todas las trincheras, Tabasco se ha convertido en un punto de cálculo político y todos parecen darle un enorme valor a lo que suceda hoy y en los próximos días en este tropical estado.
Pero ¿Cuánto realmente vale Tabasco? O mejor planteado ¿es esta elección tan significativa como todos parecen pensarlo?
Como siempre las respuestas están cargadas de subjetividad y se explican sólo en el contexto social, político y de ajuste general que vive nuestro país. A poco menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales, tanto Chiapas como Tabasco, pero en particular este último debido al origen de López Obrador, son considerados como espacios de refrendo de los discursos que todos los bandos han proferido.
En el fondo, para el Partido dela Revolución Democrática pero en especial para López Obrador perder por amplio margen Tabasco es inaceptable. Esto tiene su explicación en varios fenómenos pero el central tiene que ver con una idea de ‘refrendo’. ¿qué mensaje recibiría México y el mundo si en su propio estado pierde? Máxime cuando hace unos cuatro meses ganó tan contundentemente.
Serían municiones gratuitas de las largas armas de la crítica para todos aquellos que consideran, tanto dentro como fuera de su partido, que la estrategia poselectoral fue un error táctico. Así, el PRD se volcó integralmente a tratar de acortar la ventaja entre Ojeda y Granier el candidato priista. Sin embargo las encuestas ponen cuesta arriba la posibilidad de un triunfo de Raúl Ojeda, por esto no es gratuita la escalada de tensión y violencia que se empieza a esparcir por el estado. La idea esencial es volver a colocar la idea de que si pierden es fraude, si ganan es una derrota a las viejas prácticas políticas. Dice Muñoz Ledo en un artículo reciente publicado en El Universal: “La radiografía de los sistemas despóticos se expresa casi siempre en términos de degradación social. En ella incuba a su vez la rebeldía que, de no encontrar cauces democráticos para sus exigencias de cambio, más tarde que temprano terminará estallando. Ese es el dilema de las elecciones en Tabasco este domingo”. Esto nos lleva a inferir que se está tratando de colocar la discusión en el terreno de una casi amenaza. Si no ganó contra este sistema despótico, la gente se va a sublevar.
Por el otro lado al Revolucionario Institucional un triunfo en este momento le daría una bocanada de aire puro en un momento en lo que más necesitan en colocarse como un partido competitivo en el espectro nacional. Esto implica, necesariamente, que no dejarán escapar esta liebre fácilmente, el PRI luchará en todos los terrenos para refrendar su gobierno en Tabasco.
Finalmente está Acción Nacional que le vendría muy bien una derrota amplia a López Obrador. Su cálculo no es sofisticado pero sí transparente: un Andrés Manuel con una derrota a cuestas le confirmaría su discurso alrededor de un México que no quiere resistencias ni protestas, quiere paz.
Con estos y otros muchos factores de valoración, todos quieren ver consolidada y refrendada su postura discursiva y política, todos necesitan un Tabasco que mande mensajes y replique lecciones, que les convienen sólo a ellos.
No son tiempos para discursos incendiarios, ni para querer presionar a la gente a tomar decisiones que no sabemos si le convencen. No son tiempos de sermonear, ni de darse baños de pureza. Mucho menos lo son para menoscabar el incipiente estado de legalidad democrática.
Muy por el contrario es el momento para demostrar que el país no será arrastrado a la violencia y demencia por los cálculos escrupulosos de una oligarquía política. Es el día para hacer de la gente y de sus votos el verdadero mandato al que todas y todos nos debemos de plegar.
Con un sureste notoriamente convulsionado, con una elección en Chiapas que vuelve a estar en duda frente a las resoluciones del Tribunal Electoral, con Oaxaca arrinconada por la lucha entre poderes fácticos priistas que han copado y cooptado cuanta legitimidad se les cruza, con un Yucatán que cambiará de gobierno en el primer trimestre del año, con todo esto lo último que debe hacer la clase política y los partidos es portarse como si lo único que importase es demostrar que se tenía la razón. Eso no le sirve a México.
Esta semana marcará la visión, corta o larga, de los actores involucrados. Esperemos que nos den, por fin, una grata sorpresa. Si no es así Tabasco nos puede salir muy caro a todos y en particular a los tabasqueños.

octubre 04, 2006

Perfil de los Diputados: ¿QUIENES NOS REPRESENTAN?

Este es el resumen de la encuesta publicada por Consulta Mitofsky sobre los recién incorporados legisladores. Los perfiles de los partidos se vuelven más nítidos cuando se lee esto:
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* 81% de los legisladores son hombres por 19% que son mujeres.

* La edad promedio de la LX es de 45 años, mismo promedio que el de la LIX legislatura. Una tercera parte de los diputados tiene menos de 39 años; casi 40% tienen entre 40 y 50 años de edad y el 30% restante tiene 51 o más años.

* 74% de los nuevos diputados federales cuenta con estudios de licenciatura; en la legislatura pasada el porcentaje alcanzaba el 80%. Un 23% tiene algún tipo de maestría. 22% no cuenta con alguna licenciatura o equivalente y para 4% no se tiene la información.

* La licenciatura más recurrente entre los diputados federales es por mucho la licenciatura en derecho, uno de cada cinco legisladores la tiene, le sigue la licenciatura en administración de empresas (6%); contabilidad (5%) y economía (5%).

* Las principales maestrías con que cuentan los representantes populares son la de administración pública (5%); derecho (5%) y la de ciencias políticas (1%).

* El PAN cuenta con el mayor número jóvenes (41.5%) y en general con mayor nivel de estudios; el PRI tiene en sus filas más diputados mayores de 50 años (43.0%) y la bancada del PRD es la que cuenta con menores títulos universitarios alcanzados.

* Destaca que la mayor parte de las mujeres en el congreso llegaron por la vía de la representación proporcional, mientras que en el caso de los hombres el 63% de ellos fue elegido de forma directa en las urnas.

* Por edades, los mayores de 50 años también llegaron en su mayoría por la vía de la representación proporcional (es decir, son los llamados plurinominales).
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Estos datos reflejan varias cosas:
En primer lugar es evidente que los sociologos ya no dirigimos los rumbos del país.
Dos: Los partidos son reflejo de neustra cultur apolítica: los viejos y las mujeres llegan por la vía de la representación proporcional.
Tres: el PRI sigue siendo, en la teoría y en los hechos, el partido más viejo.
Cuatro: Las cuotas en el PRD desplazan a los dirigentes con mayor preparación. Ambulantes, taxistas al poder. No está mal, de facto, pero es una interesante señal.
Cinco: La juventud tiene que pelear más espacios en sus partidos.
Seis: La 'cuota' del 30 por ciento de muejres sigue siendo colocada en lugares de riesgo, para evitar que lleguen. Pero la gente también vota más por hombres. Mucho que hacer ahí.

El estudio completo esta en:

http://www.consulta.com.mx

octubre 02, 2006

Rancherísimas...!

Invitación para chilangas y chilangos (y gente en tránsito)











Les mando esta invitación a un 'show' que creo que vale mucho la pena. Dos mujeres hacen un homenaje a la música ranchera desde una visión cabaretera, cómica, repleta de detalles encantadores.

Creo que a veces más nos vale ser capaces de olvidar la grilla, las batallas del país y tomarnos un rato para atender nuestra parte lúdica.

Vayan, no se van a arrepentir.

Cita!

Centro Cultural Helénico
Teatro la gruta
Viernes 20:30 hrs
Sábado 19 y 21 hrs.

Mesa $120 Butaca $90
Chela $20 Tequila $30

La caída de Ulises

Escribo estas líneas cuando se percibe en la información periodística que el ingreso policiaco y militar al centro de Oaxaca es inminente. No sé que suceda la noche de este sábado, o en los días subsecuentes, sin embargo es fundamental poner a este conflicto en el centro de nuestras reflexiones. Nada como Oaxaca demuestra claramente las enormes necesidades de tener y promover una nueva clase política y nuevas reglas del juego, nuevas leyes que nos permitan normar, no sólo la revocación de mandato, sino gobernar la pluralidad.
Por eso es difícil construir una opinión justa frente a la situación que se gesta en Oaxaca. Esta dificultad tiene que ver, por un lado, con la profunda polarización que produce este tipo de conflictos. Cuando se toman medidas radicales para lograr objetivos políticos es natural crear posturas antagónicas a lo que se busca impulsar. El caso de López Obrador y el PRD al tomar Reforma es una nítida oportunidad para analizar este tipo de fenómenos. Por el otro lado la evidente miseria, desigualdad y marginación son resultado incuestionable de los gobiernos priistas, ésos que solo han visto por sí mismos y no por la entidad y su gente.
La discusión es, pues, si debe o no caer Ulises Ruiz, si debiese de dimitir a su cargo.
En Oaxaca se vive la tensión en la cotidianeidad. Son cientos de días sin clases, con el estado inmovilizado, con el conflicto ignorado, con la realidad cimbrándose día a día con los balazos, las confrontaciones, los disturbios, los grupos que quieren tomar la justicia por propia mano.
Comerciantes, empresarios, artistas, mujeres y hombres de esa entidad coinciden en la incompetencia de Ulises Ruiz, sin embargo no termina de quedar claro si debe o no caer de su cargo. Y no porque haya duda alguna sobre su incapacidad política y su visión pequeña de las cosas. No. En realidad la duda es si su caída resolverá un conflicto que parece haber rebasado con amplitud su dirección inicial. Crecen las dudas de si la APPO está en condiciones de controlar sus diversas células, su radicalidad y si serán capaces de disolverse en sus vidas diarias. Es una gran duda, ésta que los asalta.
Si la dirigencia de la APPO fuese un interlocutor uniforme, homogéneo, congruente, seria natural que todos estuviésemos clamando por la destitución del gobernador. Pero la realidad es ya muy distinta. Se percibe un movimiento que, como es natural, está repleto de muy distintas exigencias, necesidades, ideas de rutas. Se ha convertido en una verdadera olla que tiene un guiso extraño y complejo.
En la APPO hay todo tipo de liderazgos, de organizaciones, que vieron en este movimiento la oportunidad para salir de años de gobiernos corruptos, pero además para plantear sus demandas, sean éstas las que sean. Desde el movimiento magisterial hasta algunos guerrilleros, en la APPO confluyen personas asociadas con exigencias sobre casi todo: cultura y arte, derechos humanos, sociales, sindicales, regionales, de desarrollo urbano, indígenas. De todo. ¿Cuál es entonces el común denominador? La irritación. Y de todos los comunes denominadores ése es el más peligroso.
Sin liderazgos claros y fuertes, con grandes cantidades de exigencias la APPO avanzan en sus mecanismos de presión al gobierno federal y local y se prepara, como hemos visto, para lo peor.
Por esto no puedo más que compartir la preocupación alrededor de si la caída de Ruiz puede, realmente, darle una salida a ese movimiento para transitar a un nuevo momento de su lucha por la transformación de ese estado de la República.
Ante un movimiento tan radical y de múltiples características, parece factible que ya teniendo la “cabeza” del gobernador pudiesen decidir quedarse hasta la instalación del interinato, para asegurar que sea alguien que puedan respetar. Y… ¿después?
Yo no creo que Ulises Ruiz pueda seguir gobernando su estado. Creo que lo correcto es que renuncie a su cargo. Pero insisto, ¿cómo se garantiza que la APPO pueda realmente desmantelarse y regresar a la acción política institucional?
No es fácil, desde ningún ángulo, resolver este conflicto. Tampoco aporta nada seguir descubriendo a los responsables de la magnitud de esta crisis, es claro que el gobierno federal incurrió en una gravísima falta. Pero hoy lo que se requiere en Oaxaca es paciencia, es tranquilidad, es ánimo para seguir negociando, es talento político y, sobre todas las cosas, es la paz.

luciano.pascoe@gmail.com