diciembre 27, 2006

Ex presidenciables: el día después


Se acerca el fin de un año verdaderamente turbulento en el ámbito político. Supongo que este es el momento de hacer un balance de lo ocurrido y de lo que vendrá. De revisar el lugar donde se encuentran algunos de los personajes que acapararon las noticias por más de seis meses y, desde ahí, ver si se mantienen congruentes con sus rutas o se han desvanecido. Me explico: por mas de 24 semanas seguimos cada palabra, cada propuesta —promesas de la candidata y los candidatos presidenciales—. Los escuchamos y vimos criticar el estado de las cosas y plantear sus escenarios de salida, interpretamos sus rostros para saber cuál era confiable, cuál no. Intentamos por todas las vías dilucidar con quién tendríamos mejor futuro. Hoy, al revisar donde están podemos asomarnos a una posible respuesta del “quién es quién” de las candidaturas presidenciales.
El caso obvio es el de Felipe Calderón. El ganador de los polémicos comicios es hoy el presidente de la Republica y su paradero es el domicilio conocido de Los Pinos. Con un arranque extraño que no termina de convencer a nadie, pero que tampoco permite criticarlo con demasiado sustento, Calderón tiene un sexenio por delante que podría cambiar las cosas en el país o dejarlo tal cual está —hundido en sus instituciones disfuncionales, repleto de desigualdad y de pobreza—.
El tipo de hombre que es, la solidez de sus convicciones y su capacidad de conducción están en la mira de mujeres y hombres del país. Deberá demostrar tener mucho talento y compromiso con la pluralidad para garantizar que la concordia impere y desde ahí surjan los acuerdos necesarios para que el país sea uno de derechos plenos y de ciudadanía activa.
Para Andrés Manuel López Obrador el futuro es incierto y el juicio de la sociedad empieza a pesar frente a las acciones que emprendió el candidato que aseguraba haber ganado la contienda. La idea de fraude electoral es una que todas y todos tenemos grabado en nuestro imaginario y que sabemos —con justa razón— que los fraudes han sido un tema esencial en nuestra transición democrática. Pero la manera en la que enfrentó López Obrador el resultado electoral ha abierto enormes dudas en la ciudadanía sobre los objetivos, las razones y la verdad en sus dichos. Para el líder moral del PRD el camino es cuesta arriba, con un notorio desánimo entre sus compañeros de partido y simpatizantes, el regreso a sus días dorados de 50 por ciento de intención del voto depende exclusivamente de Calderón y de las acciones del gobierno federal. Sólo un monumental traspié podría revivir a quien parece ser uno más de los muchos cadáveres políticos que deja la vida pública.
Roberto Madrazo simplemente desapareció. No queda claro si estará en condiciones de seguir dirigiendo destinos dentro de la estructura priista, sin embargo pasará a la historia como el peor candidato de este partido y además como el que logró dividir en casi todo momento, los apoyos de su propia militancia. Con una campaña escatológica, repleta de mensajes del pasado, Madrazo puede que no tenga mucho más que hacer en política, sin embargo en el PRI, como ya sabemos, todo puede pasar.
Patricia Mercado es, según encuesta de Parametría, la personalidad que mayor crecimiento ha tenido en su credibilidad y aprobación desde el proceso electoral. La candidata de Alternativa acaba de ser nombrada como presidenta del Centro de Estudios de su partido y demuestra que su compromiso con su proyecto político es amplio. El futuro de Alternativa está centrado en la capacidad de sus integrantes por comprometerse, genuina y generosamente, con su apuesta programática y todo parece indicar que, entre la Ley de Sociedad de Convivencia y la propuesta de un 20 por ciento de reducción en el financiamiento público a partidos políticos, van por el camino indicado. Mercado enfrentará la nueva y titánica tarea de acompañar la consolidación de su partido, y su decisión de hacerlo desde dentro, desde un espacio de construcción activa es un comienzo favorable.
Nueva Alianza nombró a Tomás Ruiz como presidente nacional y de golpe desplazó a toda la estructura existente, incluida la del propio Roberto Campa. No sabemos más que eso, Campa ha desaparecido de la vida pública en términos generales y sus espacios parecen estar cada vez más limitados.
Al final el verdadero tamaño de las personas en campaña se mide desde el día después de terminado el proceso electoral.

diciembre 22, 2006

El 20% sí es posible

El viernes pasado, durante la sesión del Consejo General del IFE, tuve la oportunidad de tomar protesta como el nuevo representante de Alternativa ante este órgano electoral, por encomienda de mi partido.
En dicha sesión se desató una discusión en torno a la propuesta presentada por Alternativa en la Cámara de Diputados que busca lograr que los partidos políticos acepten reducir en un veinte por ciento su financiamiento anual. Más allá de los argumentos tradicionales de algunos partidos, en particular de Convergencia y el PRD, se logró el compromiso del consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, de tomar la propuesta en serio y darle, en enero, una revisión a los mecanismos con los cuales esto pueda ser posible.
Las razones que expuse para argumentar este exhorto se las transcribo, sobre todo bajo la perspectiva de que para que este país cambie, los primeros que debemos asumir el reto somos los partidos políticos. Si esto no es así, condenaremos a la sociedad mexicana a seguir teniendo una clase política que despierta suspicacias, apatía y desaliento.
“México lleva muchos años debatiendo, tanto en su clase política como en la sociedad misma, la necesidad de romper el binomio del dinero y la política.
No se puede pensar en una reforma electoral seria, sin abordar este binomio que, frente a las enormes desigualdades e inequidades del país, lastima agudamente a la sociedad Mexicana.
En los debates nacionales intensos alrededor del financiamiento, a la educación, al combate contra el VIH, (entre otros) los partidos tenemos la responsabilidad de ser parte de las soluciones. No podemos ser sólo portadores de discursos cargados de retórica y abandonar las acciones que puedan aportar salidas, a estas discusiones.
Cada tres, cada seis años vivimos campañas electorales ridículamente onerosas, con presupuestos públicos excesivos, opacos, pero repletos de discursos sobre cambio, de transformación, de hacer las cosas diferentes y austeras por todos y cada uno de los partidos políticos, cuando frente a las cámaras de televisión y a la sociedad, somos los primeros en lanzar criticas y propuestas ante las ‘indecentes’ cantidades de dinero que corren en nuestro sistema político.
Y curiosamente, cuando por fin hay una propuesta de Punto de Acuerdo para hacer un exhorto a este Consejo General, como el presentado por la legisladora de Alternativa el jueves pasado, Marina Arvizu; con el objeto de que se encuentren mecanismos para lograr una reducción importante a nuestras prerrogativas la respuesta es una categórica negativa. Esta negativa, siempre es disfrazada con todo tipo de argumentos. En especial, se advierten los que suponen que dar un paso hacia la reducción de las prerrogativas no se debe dar sin que este enmarcada en una reforma electoral, más amplia, integral. Ahí, dirán algunos, que su propuesta es más radical, más contundente. Pero ¿Cuándo?
Nosotros decimos, y lo decimos claro, ¿Por qué esperar? ¿Por qué esperar si hoy tenemos la posibilidad de dar un paso claro y firme de cara a la sociedad? ¿Por qué esperar si podemos decirle a las mujeres y hombres de este país que sus partidos políticos sí escuchamos sus demandas, sí atendemos su molestia, que sí vemos la pobreza y la inequidad y las necesidades nacionales?
Hoy los partidos podemos y debemos ser parte de las soluciones, tenemos que demostrar que no estamos dispuestos a seguir dejando en las tinieblas el tema del financiamiento de la vida política. Esta oportunidad es invaluable y este jueves algunos partidos políticos prefirieron dejarla pasar. Prefirieron mandar la señal, el mensaje de que nos importan más nuestros terruños, nuestros intereses, nuestras trifulcas y nuestras deudas, más que la deuda que tenemos desde hace mucho tiempo con la nación.
No lo dudemos. A este país le duele ver los millones de pesos que se destinan a la política cuando hay tantas necesidades diarias, de la gente en sus vidas cotidianas.
Este paso no pretende agotar la agenda de amplias reformas que nuestro sistema electoral requiere, pero nadie puede negar la importancia de iniciar, seriamente, la modificación de la relación perversa entre dinero y política.
En esta lucha no cejaremos, no podemos claudicar a un reclamo tan profundo como legítimo.
Alternativa reitera su exhorto a este Consejo General del Instituto Federal Electoral para que, en pleno ejercicio de sus atribuciones, determine la reducción del financiamiento a nosotros los partidos políticos. De hacerlo, les garantizo que, la sociedad se los reconocerá”.
El resultado final del debate fue sensiblemente favorable a la propuesta y es muy posible que en enero veamos algo absolutamente inédito: los partidos políticos tendrán menos dinero. Ojalá que así sea.

diciembre 09, 2006

Calderón y Ebrard, choque de gabinetes


Tanto Felipe Calderón como Marcelo Ebrard nombraron a las y los integrantes de su gabinete con una lógica similar: las necesidades políticas del momento.
Sin embargo los resultados son distintos y llevan a reflexiones interesantes. Ambos mandatarios, uno nacional y el otro local, buscaron construir equilibrios que les garantizaran capacidad de acción con sus partidos, que les resolvieran sus cuotas y compromisos de campaña y, sobre todo, que los sacaran del momento político que se vive en el país. Ambos colocaron personas leales en puestos claves, sacrificaron a sus equipos cercanos en esta primera etapa y privilegiaron sus cálculos políticos inmediatos.
Esto no significa que ninguno de los dos sea malo o bueno, simplemente que en ambos se percibe una lógica de transición del momento nacional y local, más que la implementación de sus equipos ideales.
Calderón pareciera haber tenido que voltear hacia adentro de su partido para construir los equilibrios que le permitieran sortear tanto su toma de protesta como algunas reformas legislativas importantes – no se diga el cabildeo y la aprobación de su presupuesto – mientras que Ebrard jugó a la política interna y privilegió a sus aliados y marginó – como Jesús Zambrano dejó en claro al rechazar la secretaría 'virtual' que le ofrecieron – a sus adversarios dentro de las propias filas perredistas.
Gobernación, duros versus conciliadores. El caso de las secretaría de gobernación, en el caso del Distrito Federal de gobierno, ambos optaron por leales y cercanos – pero con perfiles diferentes. Ramírez Acuña no sólo fue el que destapó a Calderón, es también una de esas personas que se jugó muchas cosas para que su candidato llegara a la presidencia de la república, pero además cumple con el requisito de ser panista, leal y dispuesto a construir un equipo de consenso con el presidente. Todo esto le permite a Calderón saber que tiene una pieza que jugará con él, que construirá con su partido, aún cuando ha sido duramente reprobado por la clase política y en particular por los partidos de oposición por su historial de mano dura (o como dicen los gringos 'trigger happy').
El caso de Ebrard es relativamente parecido. José Angel Avila ha sido un cercano del ahora jefe de gobierno desde hace años. Cuidadoso y experimentado, Avila no pertenece a ninguna corriente del PRD y eso le resuelve un problema a su jefe, pero le genera otro. Al no ser de ninguna ‘tribu’ Avila aparece como una posibilidad de conciliación, sin embargo esa es precisamente su debilidad, pues la forma de operar dentro de ese partido, la construcción de equilibrios son ciencias sólo conocidas a plenitud por sus participantes activos, de los que Avila es aún ajeno. Ahí recae su gran reto.
Mujeres, calidad versus cantidad. El gabinete de Marcelo Ebrard cumplió con una presencia de mujeres muy importante y que vale la pena resaltar, sin embargo fuera de dos de ellas – Martha Delgado y Malú Micher- , el resto son más bien cuotas de partido que profesionales en su ramo. Mientras que Calderón tiene menos representantes femeninas pero con mayor calidad, como son el caso de Josefina Vázquez Mota y Patricia Espinosa. El gobierno de Lopez Obrador, a pesar de tener una cantidad importante de mujeres, optó por un equipo incondicional y poco proactivo. Podríamos decir que sí se necesitan más mujeres pero también mujeres con talento y visión, compromiso y autonomía.
Desarrollo social, corporativos versus incógnitas. La secretaria de desarrollo social, en ambos niveles, se ha convertido en un espacio de visibilidad de un proyecto político. Marcelo Ebrard decidió, o cedió como se le quiera ver, colocar a Martí Batres, corporativo histórico del PRD y de esta ciudad, al frente de la institcuión que 'reperte' el bien social. El riesgo que se corre con este nombramiento es enorme. En primer lugar por el evidente riesgo de que Batres use este espacio para consolidar clientelas que le permitan extender su influencia y poder político a costa de la construcción de ciudadanía. Pero además significa que la lógica asistencial y de dadivas se consolidara en este sexenio en el DF. Martí Batres usará, que no nos quede duda, este espacio para fortalecer su espacio político y ensanchar las filas de sus clientelas, y eso no es una buena noticia para ningún capitalino, mucho menos para sus adversarios políticos en la ciudad. Calderón, por su parte, nombró a Beatriz Zavala en esta secretaría, de Zavala se sabe poco y, más allá de su lealtad al presidente, esta por verse que tipo de programas y dinámicas impone desde ahí. Si es clientelar o no, esta aún por verse.
Hay muchas comparaciones más que destacar, pero queda claro que ambos resolvieron sus equipos para una etapa y será importante dar seguimiento a sus acciones, exigir transparencia de ambas gestiones – la perredista en particular deberá hacer un compromiso mayor en el tema – para asegurarnos que tengamos los mejores gobiernos posibles.

diciembre 03, 2006

Inicia una nueva etapa

A las 0:30 horas del viernes primero de diciembre abordé un taxi en la capital de la República, terminaba un día de trabajo más. En cuanto subí el conductor exclamó previo a todo preámbulo: ‘Ya tomó posesión Felipe, Fox le dio la banda a un cadete’, y de inmediato subió el volumen de su radio. Justo en ese instante empezó a sonar el celular con la novedad y los detalles. La sensación inmediata era que se había consumado algún acuerdo entre PAN y PRD y que este evento podía significar la no asistencia del presidente saliente a San Lázaro.
La especulación de esa noche y de los días previos se acercaba a su fin.En la mañana, más allá de la ridícula transmisión de Cepropie (la televisión oficial), vimos como se consumaba el final de una compleja y difícil etapa en la vida nacional. Calderón logró hacer de un momento difícil un triunfo y se colocó de golpe en un lugar distinto que el que asumió Fox. Demostró que puede hacer lo que quiere, aun con las complicaciones propias de un país convulso como el que tenemos.
El presidente Calderón no ignoró a la realidad en su discurso y lanzó al menos dos señales en ese sentido. Dijo que sabía de las complejas condiciones en las asumía el cargo y después reconoció la importancia de reconocer lo manifestado por todas y todos los que votaron por otra opción y lo que eso manifiesta.Con lo sucedido ayer queda concluida una etapa de tensión y complicación política e inicia una en la que será fundamental ver la disposición de nuevo gobierno para avanzar en las transformaciones y cambios que este país necesita y que muchas fuerzas políticas y sociales demandan.Esta nueva era nacional no debe ser vista como una de forcejeos y debilidades, tampoco como una en la que se puede sacar ventaja personal y partidista de las condiciones del país. No. Debe ser una etapa en la que prive el diálogo, la construcción de acuerdos y se debe de gestar un acuerdo de cambio entre todas las fuerzas políticas.
La reforma de nuestras instituciones políticas y electorales debe estar en el centro de la discusión parlamentaria, la oportunidad es espléndida para que tengamos en el mediano plazo todo un paquete de nuevas reglas del juego que nos den la posibilidad de hacer más y mejor política, que nos abran puertas hacia una vida institucional cercana a la sociedad.Para que esta nueva etapa se requieren de algunas condiciones fundamentales, una primera tiene que ver con el Partido de la Revolución Democrática. Asumir su lugar en la vida pública implica para esta fuerza nacional separarse de la lógica radical en sus prácticas y sostener su crítica y su oposición dentro del juego democrático e institucional. Si el PRD puede construir la posibilidad de separar a López Obrador del mandato recibido por sus votantes, podremos ver por primera vez en años, una real viabilidad de la consolidación de estos cambios y llegar así a las próximas elecciones con un andamiaje institucional que nos permita tener resultados positivos y claros.La otra condición clave es que Calderón y su partido acepten que la pluralidad y diversidad de este país y desde esa perspectiva se presten y se asuman como una parte fundamental para que se avance seriamente en los temas que el país requiere. Que las visiones conservadoras ni autoritarias no sean las que imperen.Si estas condiciones, y tal vez algunas más, se cumplen, tendremos una siguiente etapa exitosa y redituable para las mujeres y los hombres de este país.Cajón de sastre. En medio de los grandes temas y la gran expectación mediática alrededor del evento de ayer se han extraviado algunos temas importantes. En primer lugar se han presentado iniciativas sobre el aborto, eutanasia y efectiva igualdad entre hombres y mujeres, todo esto en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Esto recoloca a la Ciudad de México a la vanguardia de los debates sobre una verdadera sociedad de derechos y entraremos a estos temas en textos posteriores.Además aprovecho para informarle que este jueves Alberto Begné derrotó a Víctor González Torres en una demanda promovida por este segundo. Es una derrota contundente que demuestra una vez más que las incursiones del autodenominado ‘Dr. Simi’ en política siguen siendo a partir de oscuros intereses y salvajes pretensiones. Como siempre hemos dicho tenemos que romper el binomio política y dinero. Empresarios a sus empresas, políticos a sus partidos.

País en guerra

A Jesús Blancornelas periodista valiente, descanse en paz

Mientras la clase política mexicana, toda, debate y especula sobre la conformación del gabinete de Felipe Calderón, analiza una vez más la situación en Oaxaca, mientras la Cámara de Diputados repiensa su agenda legislativa, mientras los partidos se enfrascan en velados y abiertos combates internos, mientras todo esto pasa el país, México está en guerra.Suena, tal vez, exagerado. Exagerado puede ser porque no hay un ejército guatemalteco marchando hacia la capital. Pero aun cuando no es una guerra formal, es una guerra.Las muertes por ejecuciones, los policías muertos, la violencia en Acapulco, los motines en Michoacán, el sitio en Nuevo Laredo, la proliferación de armas largas, cortas y blancas, las granadas, los ataques a diarios que investigan, los autos blindados, los levantamientos, los secuestros. Dispense usted pero esto es una guerra.En los últimos tres años el incremento en la violencia ha sido diario y se está empezando a convertir en algo cotidiano.Recuerdo cómo quedé perplejo cuando vi a radicales islámicos decapitando a supuestos enemigos. Más perplejo quedé cuando me topé con la fotografía de 5 cabezas arrojadas en un bar de Michoacán.Nos está alcanzando la locura de la guerra entre facciones, sicarios, narcos, bandas. El crimen organizado está tomando como campo de batalla nuestras calles, nuestras casas, nuestra nación. Y escandaliza la insuficiencia que tenemos para hacerle frente.Lázaro Cárdenas y Zeferino Torreblanca suplican, ruegan por ayuda. Pero la ayuda no llega, en gran medida porque este país no ve, no sabe, no quiere saber qué tiene en ciernes un enfrentamiento bélico de proporciones colosales.En lo que va del año los muertos por ejecuciones o en asuntos relacionados al narcotráfico excede, por mucho, los saldos norteamericanos caídos en Irak.La guerra es silenciosa y toca todo, toca a las instituciones, a la gente, a la economía, a la confianza internacional, sólo parece no tocar a la clase política. Esa que sigue poniendo más atención a sus dineros que a los dineros para enfrentar esta situación. Ya no se puede callar más. Urge que todo el país, en conjunto, asuma y atienda este problema. La única manera de empezar a derrotar a estos grupos es con la acción colectiva y creativa de toda la sociedad. Las fórmulas del pasado están caducando seriamente y es tiempo de empezar a tomar medidas.Algunos dicen que se deben comprar más y mejores armas, otros que se debe reemplazar a todos los cuerpos policiacos, otros aseguran que una policía nacional sería un gran paso. Pero habría que pensar seriamente si la solución a esto es bélica.¿Podemos derrotar a estos grupos por la vía policíaca y militar? Hay gente convencida que la legalización de algunas drogas llamadas blandas, como la marihuana, es una solución mas útil y sensata. Es difícil saber, pero es hora de ponernos a pensar en el tema. Nuestro futuro depende de saber entender y resolver una situación que más que ‘colombianizarse’ se está volviendo imposible.Es así de elemental: cuando un país esta en guerra, lo primero y más importante es ganar esa guerra, todo lo demás viene después.

noviembre 15, 2006

Invitación: "La Alternativa Socialdemócrata para México"

Con el propósito de situar el papel político que Alternativa ha de jugar dentro del nuevo sistema mexicano de partidos, les invitamos a nuestro Foro Nacional.

Cita: Este 22 y 23 de noviembre del 2006.

World Trade Center (Salón Montealbán) - Ciudad de MéxicoMontecito 38, Col. Nápoles, 03810, México, D.F.

foro@alternativa.org.mx
Inscripciones en Línea

Programa:
La Alternativa Socialdemócrata para México: Construyamos el futuro ahora
Miércoles 22 de Noviembre
Sesión Inaugural
Esta mesa tiene como propósito situar el papel político que Alternativa ha de jugar dentro del nuevo sistema mexicano de partidos. ¿Qué quiere decir ser de izquierda en el nuevo contexto y acomodo de las fuerzas políticas? ¿Qué elementos habrían de estar presentes en la política de alianzas de este partido? ¿Cuáles serían los temas y las causas que le llevarían a encontrar y reforzar una identidad propia? ¿Qué conclusiones pueden sacarse de la reciente experiencia electoral y cuáles de las anteriores donde México Posible y Democracia Social concurrieron? En esta misma sesión inaugural se cubrirá una introducción a las razones y motivos que llevan a organizar el presente foro.

10:00 Apertura del Foro “La Alternativa Socialdemócrata para México”. Alberto Begné Guerra

10:10 Presentación de los ejes del foro: derechos y democracia; desarrollo y competitividad. Ricardo Raphael

10:30 Memoria y porvenir de la izquierda. Roger Bartra

10:50 México desde la izquierda. Lázaro Cárdenas

11:10 El derecho a insistir: por una izquierda para el siglo XXI. Patricia Mercado

Primera Mesa: Una sociedad de derechos
Esta mesa tendría como propósito situar las bases de una acción política que sepa poner a la institución ciudadana en el centro de las preocupaciones del partido. Se buscaría por tanto intentar responder a las siguientes interrogantes: ¿cuál ha de ser la visión de una política ciudadana para la consolidación de la democracia? ¿qué papel juega la Constitución en esa perspectiva? ¿cuál es el papel de la justicia en la igualación de las libertades ciudadanas? ¿Qué derechos y qué obligaciones están pendientes de constitucionalización? ¿Cuál habría de ser la relación entre el ciudadano y la legalidad?
Moderador: Jorge Carlos Díaz Cuervo
11:30 La ciudadanía: entre las leyes y el poder. Jesús Silva Herzog Márquez
11:50 Consolidación de la democracia y consolidación de la ciudadanía. Pedro Salazar
12:10 Acceso Universal a la justicia. Ana Laura Magaloni
12:30 La agenda pendiente de las garantías individuales. (por confirmar)
Sesión de preguntas y respuestas
12:50 Receso Moderadora: Elsa Conde
13:00 Derechos reconocidos y no discriminación. Jesús Rodríguez Zepeda
13:20 Cultura y diversidad como derechos. Héctor Vasconcelos
13:40 La construcción institucional para la sociedad de derechos. Alberto Begné Guerra
14:00 Sesión de preguntas y respuestas

Segunda Mesa: Pluralidad política y consolidación democrática
El otro costado de la democracia es la organización plural de los poderes. El tránsito de un régimen donde un solo actor conservaba el poder de vetar, en la última instancia, todas las decisiones políticas, a otro donde múltiples actores con capacidad de veto poseen esa misma facultad ha caracterizado a la transición democrática mexicana. Sin embargo, este recorrido ha restado herramientas para la cooperación entre los poderes públicos. En efecto, la pluralidad ha sometido al sistema político a riesgosas situaciones de parálisis e inamovilidad.¿Posee el contexto político actual elementos de alarma tales como para pensar en un cambio radical de régimen político? ¿qué reformas al régimen mejorarían las condiciones para la colaboración, particularmente entre el poder Ejecutivo y el poder Legislativo? ¿qué reformas electorales garantizarían mejor el derecho a votar y a ser votado? ¿qué papel han pasado a jugar los factores reales de poder en el nuevo contexto democrático mexicano? ¿qué nuevo diseño constitucional podría dar cuenta de los cambios necesarios?

16:30 Crisis institucional y ética de la responsabilidad. Mauricio Merino Huerta
16:50 Los límites del presidencialismo. José Antonio Crespo
17:10 ¿Parlamentarizar el presidencialismo?. Jorge Javier Romero
17:30 Una reforma electoral para la democracia. Lorenzo Córdova
17:50 Sesión de preguntas y respuestas
18:10 Receso
Moderador: Enrique Pérez Correa
18:30 Transparencia y rendición de cuentas. Jacqueline Peschard
18:50 Democracia y factores reales de poder. Maria Amparo Casar
19:10 Política y Dinero. Denise Dresser
19:30 Sesión de preguntas y respuestas


Jueves 23 de Noviembre
Tercera mesa: Límites para el Crecimiento y Desarrollo Mexicano
En esta tercera mesa se buscaría responder a las principales interrogantes sobre el desarrollo mexicano en un esfuerzo por ser radicales en los objetivos pero muy responsables en las estrategias. Las preguntas a responder en esta mesa serían las siguientes: ¿cómo combinar altas tasas de crecimiento con reducción de las asimetrías económicas entre la población? ¿qué hacer con el carácter oligopólico de los mercados mexicanos? ¿cómo mejorar los niveles de competitividad de la economía mexicana? ¿de qué forma asegurar una ruta sustentable del crecimiento económico? ¿cómo hacer para que cada uno de las y los mexicanos se beneficien de la sociedad global del conocimiento?
Por otra parte, en esta misma mesa se abordarán las principales herramientas de política con las que cuenta el Estado para crecer la dignidad y la libertad de las personas. La educación, la salud y las oportunidades laborales son instrumentos clave para este propósito y también lo son las condiciones que cada región le ofrece a la persona para su desarrollo individual. A través de ellas es posible igualar las libertades para que cada persona pueda elegir por sí misma la consecución de su propio proyecto de vida. Por tanto, ¿cuáles serían las mejores políticas sociales, en materia laboral y en el desarrollo regional para igualar las libertades en nuestro país? Y ¿qué políticas habría de impulsar el Estado para enriquecer las relaciones entre las mujeres y los hombres?


Moderador: Andrés Lajous
10:00 Crecimiento, desigualdad y pobreza. Ricardo Becerra
10:20 El desafío de los monopolios ante el mercado abierto. Enrique Ochoa Reza
10:40 Organización del trabajo para la competitividad. Graciela Bensusan
11:00 Género en el desarrollo mexicano. Blanca Heredia
11:20 Sesión de preguntas y respuestas
11:40 Receso
Moderador: Luciano Pascoe
12:00 Población, empleo y seguridad social. (por confirmar)
12:20 Equilibrios regionales y desarrollo sostenible. Eduardo Pérez Haro
12:40 Globalización y sociedad del conocimiento. Javier Carrillo
13:00 Sesión de preguntas y respuestas


Cuarta Mesa: Globalización y Competitividad
Una política económica alternativa también habría de responder a las siguientes interrogantes: ¿cuáles son las bases para asegurar condiciones de participación en la competencia global? ¿qué políticas fiscal, energética y financiera serían las necesarias para que nuestra economía creciera a la tasa requerida para superar el atraso?¿cómo garantizar que tal crecimiento se hiciera con equidad? ¿qué papel han de jugar la empresa para potenciar la creación de empleo y para mejorar la productividad nacional? Y, en el mismo sentido, ¿dónde se encuentran las prioridades en materia de inversión pública para detonar los grandes procesos de desarrollo nacional?


Moderadora: Gloria Chalé
16: 00 Socialdemocracia y desafíos globales. Ugo Pipitone
16:20 Política comercial y desarrollo productivo. Aldo Flores Quiroga
16:40 Productividad y financiamiento para el desarrollo. José Antonio Mead
17:00¿Más ingreso sin mejorar el gasto público? Los dilemas de una socialdemocracia moderna. Carlos Elizondo
17:20 Competitividad financiera y desarrollo.
17:40 Sesión de preguntas y respuestas
18:00 Receso
Moderador: Jorge Wheatley
18:20 Tendencias globales y mundialización. (Por confirmar)
18:40 Competitividad global y crecimiento distributivo. Pablo Ordorica


19:00 Energía y competitividad Miguel Molina
19:20 Sesión de preguntas y respuestas
19.40 Clausura Jorge Wheatley
http://www.alternativa.org.mx/

noviembre 11, 2006

El cerco que se rompió: la ley gay


Este jueves la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó, por fin, la ley de sociedades de convivencia, llamada la 'ley gay' por sus miopes críticos. Con 43 votos a favor, 17 en contra y 5 abstenciones, los asambleístas rompieron el cerco de la moral impuesta, del temor fundado en dogmas, de la leguleya, del cálculo político y nos dieron la posibilidad acercarnos un poco más a una sociedad de derechos, plena y vigorizada, plural y diversa.
Escribo sobre esta ley no sólo por el seguimiento que desde hace varios años he dado a este tema, que hasta ahora había esencialmente oscuro y problemático, sino también porque estoy convencido que este es un paso hacia un nuevo momento de la sociedad capitalina y del país en lo general también. Evidente resulta que lo mayoritariamente importante de esta ley tiene que ver con las parejas homosexuales, esto es, el salto cualitativo en la vida legal y civil de lesbianas y gays. Pero también hay que apuntar a que hay asuntos relevantes para otras personas con lazos de convivencia y afectos sin necesariamente tener relación sexual.
En primer término vale la pena saber los alcances y limites de esta ley. En sus limitaciones hay que destacar que no alcanza a cubrir la homologación total de derechos, esto es, que no permite aún el matrimonio entre dos personas que se amen, más allá de su sexo. Reconoce vínculos pero aun faltan por reformase leyes y reglamentos para que sean reconocidas por instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social y otras entidades que dan atención y asistencia social. Como ninguna hasta la fecha, esta ley no es perfecta y seguramente que sufrirá modificaciones durante su implementación y uso. Es en la vida cotidiana que se pueden ir midiendo los vacíos y las omisiones en este tipo de legislación. En sus virtudes hay muchas pero una destaca: es un paso hacia el reconocimiento de la pluralidad y diversidad que existe en la sociedad mexicana. Aceptar que somos un país en el que la familia nuclear ya no es plenamente hegemónica, y que hoy tenemos muchos tipos de familias que viven, conviven y luchan día tras día por alcanzar su felicidad es un paso en la dirección correcta.
Y es en este tema que me resulta destacable lo que la Ley de Sociedades de Convivencia arrojará. Los grupos conservadores han lanzado cualquier cantidad de adjetivos e insultos a lo que se nos avecina: el fin de la familia, la extinción de la moral – vaya usted a saber cual moral -, la normalización de lo 'anormal', la legalización de lo aberrante. Ante todo esto sólo queda decir que se darán cuenta, como se dieron cuenta el día que se legalizó la abominable idea de que las mujeres pudieran votar y, líbrenos el Señor, de ser votadas.
Los preocupados por las consecuencias 'devastadoras' de esta ley verán, en la vida cotidiana, que sólo le estaremos dando certidumbre a lo que es una realidad. La realidad de que la gente encuentra el amor en la gente, no en los sexos, que la gente ama y desea ser amada, y que los derechos que hemos construido para los que se aman, los debemos tener todas y todos, no sólo los heterosexuales.
Esta ley demostrará que los ataques virulentos vienen de la ignorancia y de los dogmas, no del entendimiento y de la racionalidad. Esta ley no impone una manera de vivir, como sí lo intentan los grupos de derecha bajo el auspicio de sectores de Acción Nacional. Esta ley no obliga a la gente a vivir de maneras distintas a las que desean, simplemente trata de garantizar que todas las maneras sean igualmente reconocidas.
Esta ley debe ser un primer paso hacia una verdadera igualdad de derechos. Ojalá que en algunos años estemos viendo una reforma al código civil en la que en vez de decir que el matrimonio debe ser entre hombre y mujer diga entre dos personas.
Pero por ahora esta ley servirá para romper el cerco que se había impuesto por sectores conservadores, incluso perredistas como el propio López Obrador, a nuestra sociedad sobre este tema. Con el tiempo esto permitirá que las clandestinidades, la falta de certeza y la inseguridad jurídica se extingan, que se despliegue la gente con tranquilidad y creatividad.
Hay que reconocer la valentía que tuvo el grupo parlamentario Socialdemócrata al presentar esta iniciativa, a todos los grupos sociales y de la diversidad sexual que no se rindieron. Hay que aplaudir al PRD, en particular a Víctor Hugo Círigo su coordinador parlamentario, por no ceder ante las presiones. Al PRI que, a pesar de todo, no se abstuvo. Pero en particular a los diputados de Alternativa, Jorge Díaz Cuervo y Enrique Pérez Correa que no dudaron y a escasas semanas de haber tomado protesta, ya lograron que se aprobara una iniciativa de este tamaño y relevancia.
La Ciudad de México irá marcando la pauta en este debate a nivel nacional. El camino por delante no será sencillo y las resistencias se manifestarán en muchos rincones del país. Ceder no debe ser una opción. Hay que seguir marchando para colocar este tipo de iniciativas en el centro del debate nacional.
Un país con libertades, con derechos iguales, con respeto a la pluralidad y diversidad, encontrará acuerdos para transitar en el combate a la desigualdad, a la pobreza, a la injusticia. Se encontrará un el desarrollo sostenible y sustentable más sólido con cona sociedad libre e igual.
Esperemos que el nueve de noviembre de este año quede marcado en la historia de México como el día en el que una nueva etapa social se inició. Y estemos ciertos que con derechos iguales y tolerancia llegaremos lejos.

noviembre 06, 2006

La revancha de los muertos

George Bush decidió este fin de semana que su tradicional programa de radio a nivel nacional sería en vivo. Las razones estaban claras y su instinto, que él considera espléndido, no lo dejaba mentir: la elección del próximo 7 de noviembre no es sólo crucial para mantener su agenda nacional y mundial, sino que además está en juego cómo lo juzgará la historia. Si los republicanos pierden la mayoría en el Congreso pocas cosas podrán impulsar y muchas les serán impuestas. Está en juego su trascendencia, su lugar en la historia. Está en juego lo que más le interesa, su reputación.
Necesitaba mandar un mensaje de que encara los problemas y de los ‘riesgos’ que enfrentarán los Estados Unidos si ganan los demócratas. Así que se descosió y planteó lo que se transcribe. “Lo último que necesitan las familias estadunidenses y los pequeños negocios en este momento es una cuenta impositiva más elevada. Y eso es lo que obtendrán si los demócratas logran el control del Congreso”, no contento con esta melodramática reflexión siguió con “la elección que hagan el martes tendrá un impacto directo sobre nuestra economía, sobre los pequeños negocios creadores de empleo y sobre los trabajadores que dependen de ellos” (Reforma, 4 de noviembre, 2006).
El proceso electoral se ha complicado seriamente para los republicanos y la más reciente encuesta del New York Times coloca al partido de Bill Clinton con cerca del 49 por ciento de las preferencias mientras que el de Bush rondaba apenas el 30 por ciento de las preferencias. Ante esta realidad electoral la lectura natural de los republicanos es sobre temas económicos y quieren lograr convencer a la ciudadanía al norte de nuestra frontera que sus bolsillos están en juego una vez más.
Pero lo que resulta curioso es que esta táctica que parece pecar de simplista en el fondo demuestra nítidamente la ceguera de la administración Bush sobre los temas que realmente le han costado a su gobierno.
Ese tema de fondo en la sociedad norteamericana son los muertos.
A la fecha 3,068 efectivos de la Coalición han muerto en Irak, de ellos 2,829 son estadunidenses (CNN, 4 de noviembre, 2006), y de las muertes civiles ni se habla, algunas instituciones plantean más de medio millón de fallecidos por motivo del conflicto. Esta es, en principio, una de las motivaciones más importantes del repudio a la política bélica de los últimos años. Cerca de tres mil muertos y no hay un ápice más de paz, no hay una desarticulación real de las fuerzas terroristas y el gran líder del ‘mal’ Osama bin Laden sigue prófugo y operando.
Son ya varios años de ocupación e Irak sigue sin una capacidad de autocontención, y lo que es peor, ante la eliminación de Hussein el equilibrio en el Medio Oriente quedó roto, con nuevos liderazgos regionales en crecimiento, como lo es Irán.
Hoy los ciudadanos estadunidenses se sienten menos seguros y tienen un mundo que los detesta aun más que antes. Hoy los Estados Unidos viven con alertas que van y vienen. Con largos procesos de registro, los auscultan más, y aún se sienten en un planeta que no agradece tenerlos en él.
Pero los muertos de esta administración apenas empiezan en Irak. Tienen Afganistán con 341 fallecidos en esa también catastrófica operación. El resultado de esa región es un refortalecimiento de los puestos talibanes en el sur y en la zona de montaña de ese país que, entre otras cosas, esta en condiciones miserables. La respuesta de Bush ha sido quedarse más tiempo aún ahí.
Pero también nosotros tenemos muertos en conjunto con ellos. En el 2005, de acuerdo a datos de la cancillería, fallecieron 324 mexicanos en su intento por cruzar la frontera norte para llegar a los Estados Unidos, pero la cifra puede elevarse a 441 porque se presume que otros 127 fallecidos son de origen mexicano y de enero a mayo de este año la cifra estaba en 151 connacionales que se quedaron con sólo el sueño de cruzar (Crónica, 2 de junio, 2006). La respuesta de los republicanos fue levantar un muro.
La realidad ha alcanzado a Bush, con todas las tragedias humanas en su haber, su propio país que antes lo vitoreaba por ser un ‘líder decidido’ hoy lo ven como un estorbo en su ruta al futuro.
Este 7 de noviembre los demócratas obtendrán una cómoda victoria. Con ella podrán fingir demencia y dejar todo como está, o podrán darle un vuelco a las atrocidades de estos años. Es fundamental que recuerden las razones de su triunfo, por que al final esta no será un refrendo de confianza a los demócratas, es una revancha de los muertos de Bush.

octubre 29, 2006

La guerra de Oaxaca

La APPO se equivocó, o lo que es peor, escogió equivocarse. Las medidas adoptadas el viernes 27 de octubre que buscaban radicalizar sus bloqueos y tratar de extenderlos, con la idea de elevarle la apuesta al gobierno federal y poner de rodillas a Ulises Ruiz, dieron un resultado contrario: la enfrentaron con un nuevo factor de resistencia: las mujeres y hombres de Oaxaca, vecinos comunes y corrientes que se oponen a que el estado de sitio crezca. Ellas y ellos que son los más profundamente afectados por la sin razón que priva en esa ciudad.
La gente esta harta, cansada, y ante la terrible perspectiva de que los plantones llegarán más lejos, decidieron enfrentare en muchos puntos con los grupos de la APPO que intentaba colocar más retenes y bloqueos. Empujones, forcejeos, insultos. Algunos bloqueos prosperaron, otros no. Pero estaba la semilla que necesitaban los grupos de choque del gobernador que más estorba en la política nacional, Ulises Ruiz. No pasaron más de cuatro horas para que se diera la primera balacera y tuviésemos un muerto más y varios heridos.
Con esto, el gobierno federal decidió movilizar a la Policía Federal Preventiva y emitir un ultimátum al movimiento. Mientras se escribían estas líneas, todo lo que tenía que ver con Oaxaca era inestable y dudoso.
Las pocas salidas que quedan a esta larga crisis están fincadas en dos asuntos básicos. Uno que se relaciona directamente con la APPO y la Sección 22 y el otro a Ulises Ruiz. En el caso de las primeras dos, es fundamental que se imponga una línea de solución y distensión al conflicto. Hasta ahora todo parece indicar que las posturas mas radicales son las que se han estado imponiendo y el resultado ha sido el estancamiento de toda acción que lleve hacia la normalidad. El boicoteo a las decisiones de las y los profesores apuntan, tanto a los grupos de Ulises Ruiz, como a los propios radicales de la APPO. La problemática esencial radica en la inmovilidad de las posturas y la certeza de la imposición de una verdad única.
La APPO, con este comportamiento parece estar buscando, junto con sus dementes contrapartes del gobierno oaxaqueño, el inicio de una mini guerra civil. Ya no les importa la gente, ni sus derechos, ni su hambre, ni los miles d empleos perdidos, ni el desastre político, ni el desplome del turismo. Lo único que parece importarles es ganar, es imponer. Cuando tu interlocutor cae en ese nivel de ceguera, de obstinación, los esfuerzos para alcanzar salidas negociadas se vuelve inútiles casi por definición. Si la APPO sigue en esa lógica, cierran la salida política de facto.
Por el otro lado hay un personaje que si bien será juzgado por la historia, en este momento podría darle un respiro a esta crisis. Ulises Ruiz. Si le importara la gente de su estado, la gobernabilidad democrática y si tuviera un mínimo de generosidad, daría una salida digna a su persona y una oportunidad de solución a su estado. No parece que eso vaya a suceder. Con esto el Partido Revolucionario Institucional debiese de asumir sus responsabilidades en este conflicto y obligar a Ulises Ruiz a renunciar de manera inmediata y sin condiciones.
Es claro que eso es pedirle mucho a este personaje que ha demostrado ser uno de los principales promotores de una intervención policíaca y militar para poder garantizar su estancia. Para Ruiz la única posible forma de mantenerse a la cabeza de su estado es si hay un acto de represión. Curioso, de represión contra sus propios gobernados, contra sus paisanos.
Si el gobierno federal decide entrar a Oaxaca, como todo apunta, el único ganador va a ser Ruiz. Ahí es donde se percibe que la APPO ha perdido el foco en el debate público. Han logrado poner en un pedestal a su contrincante máximo con el abuso de la intolerancia y la irreductibilidad de sus posturas.
Si este conflicto termina con una intervención militar, los que habrán perdido serán los que creyeron en la APPO y los habitantes de Oaxaca. Pero no habrán perdido los corruptos, los que han abusado del poder, los que han estafado a esa entidad federativa.
Oaxaca no aguanta un muerto más, la situación que por intereses políticos inamovibles se ha desatado en este estado es, ya, inaceptable. Si la solución es esa, los principales responsables serán los que llevaron las cosas a la inmovilidad, serán los radicales, los obtusos. Y los perdedores seremos todos.

octubre 22, 2006

¡Es hora de tomar posición!

Hace algunos años, en las páginas de Crónica, escribí un articulo llamado ‘El PRD y los gays’ en el que manifestaba mi profunda desilusión con ese partido y en particular con el entonces Jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, por haber dado carpetazo político a una ley que podría acercar a las parejas homosexuales, y de muchas otras índoles, a derechos que son de uso exclusivo de los heterosexuales. En ese tiempo el gobierno capitalino cerró, por razones electorales, la puerta a la discusión y votación de esta ley por un simple cálculo de votos. Así, pusieron sus principios bajo el tapete y olvidaron que uno de los ejes que hace a la izquierda distinta de la derecha es su disposición a impulsar la igualdad y la equidad, sobre todo cuando se trata de acceso a los mismos derechos.
Para fortuna de esta capital, el día de hoy varios diputados locales del Distrito Federal asumirán públicamente su compromiso para impulsar la iniciativa de la Ley de Sociedades de Convivencia. Esta ley ha pasado por diversos momentos críticos y es altamente probable que por fin pueda ver la luz del día en esta legislatura. Jorge Carlos Díaz Cuervo, de Alternativa, y Victor Hugo Círigo, del PRD, acompañados de Enrique Perez Correa, Raúl Alejandro Ramírez, Juan Ricardo García Hernández serán los que acompañen esta iniciativa en todos sus diversos momentos, hasta, ojalá una votación mayoritaria en el pleno del congreso local.
El asunto no es menor, hay que recordar que esta ley ha sido denominada por sectores conservadores como la ‘ley de los gays’, y que con esa peyorativa calificación se intentando denostar un esfuerzo importante por lograr algo que debiese ser elemental en nuestra sociedad, eso es que, la gente, sin importar su raza, cultura, lengua, estado socioeconómico, preferencia sexual, debemos tener exactaemtne los mismos derechos. Ante la ley, ninguna de estas consideraciones debe ser relevante. Por desgracia hoy no tenemos leyes que de a ciertos nuevos tipos de familias las mismas garantías que sí se le dan a las familias tradicionales.
Nuestra ciudad, y nuestro país también, tiene que empezar a reconocer que hoy es tan familia una madre soltera que vive con su madre como un par de hermanas ancianas que han compartido lo que tienen toda su vida. Como los mismos derechos debe tener un mujer que se enamora de una mujer que otra que se enamora de un hombre.
La sociedad va cambiando con dinámicas que son difícilmente calificables o cuantificables, cada generación se rompen barreras y se construyen nuevas, esa premisa nos debe llevar, en una lógica de comunidad, a entender que no podemos preservar las cosas como son en las leyes cuando en la vida cotidiana de las personas las cosas ya son distintas.
Aprobar esta ley nos permitirá ser capaces de reflejar en nuestras ordenanzas y leyes la diversidad y pluralidad que compone a esta ciudad. Pero además pondrá en un lugar totalmente distinto a mucha gente que no puede acceder a ciertos derechos por el simple hecho de no ser socialmente diferentes.
Es importante que en esta ocasión no haya cálculos, compromisos ni temores que obstaculicen el avance de esta ley. Debemos ser, toda la ciudadanía, vigilantes de que exista un debate amplio y honesto sobre este tipo de legislaciones y sobre todo mantener alejados a los juegos de componendas: es hora de que cada partido y cada legisladora y legislador tome y asuma su postura.
No es difícil imaginar quienes se opondrán en automático. Los panistas y algunos otros como bien pueden los legisladores del Partido Verde, el menos serio de nuestra historia política contemporánea. Los mismos que llegaron siendo tres hombres y una mujer y hoy son cuatro hombres gracias a una oportuna renuncia de la legisladora.
Sin embargo no dudo que dentro del propio panismo habrá quienes entiendan que esta ley es un avance para las mujeres de esta ciudad, que oponerse a este tipo de iniciativa lo que demuestra no es tener muchos y muy pulcros principios, si no más bien una preocupante lejanía de la sociedad misma.
Reconozcamos lo que somos, lo que tenemos, lo que queremos. Reconozcamos el derecho de todas las personas a ser felices y hagamos un genuino esfuerzo por darnos igualdad de derechos. Es hora de tomar posición.

octubre 15, 2006

¿Cuánto cuesta Tabasco?

Hoy, miles de mujeres y hombres de Tabasco irán a las urnas. Lo harán en medio de un clima político tenso, complejo y con brotes de violencia, que en nada ayudan a que se ejerza el derecho y obligación del voto con tranquilidad.
Lo que queda de manifiesto en estos tiempos es que, a pesar de que Oaxaca concentra la atención pública y que las amenazas suben de tono día con día desde todas las trincheras, Tabasco se ha convertido en un punto de cálculo político y todos parecen darle un enorme valor a lo que suceda hoy y en los próximos días en este tropical estado.
Pero ¿Cuánto realmente vale Tabasco? O mejor planteado ¿es esta elección tan significativa como todos parecen pensarlo?
Como siempre las respuestas están cargadas de subjetividad y se explican sólo en el contexto social, político y de ajuste general que vive nuestro país. A poco menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales, tanto Chiapas como Tabasco, pero en particular este último debido al origen de López Obrador, son considerados como espacios de refrendo de los discursos que todos los bandos han proferido.
En el fondo, para el Partido dela Revolución Democrática pero en especial para López Obrador perder por amplio margen Tabasco es inaceptable. Esto tiene su explicación en varios fenómenos pero el central tiene que ver con una idea de ‘refrendo’. ¿qué mensaje recibiría México y el mundo si en su propio estado pierde? Máxime cuando hace unos cuatro meses ganó tan contundentemente.
Serían municiones gratuitas de las largas armas de la crítica para todos aquellos que consideran, tanto dentro como fuera de su partido, que la estrategia poselectoral fue un error táctico. Así, el PRD se volcó integralmente a tratar de acortar la ventaja entre Ojeda y Granier el candidato priista. Sin embargo las encuestas ponen cuesta arriba la posibilidad de un triunfo de Raúl Ojeda, por esto no es gratuita la escalada de tensión y violencia que se empieza a esparcir por el estado. La idea esencial es volver a colocar la idea de que si pierden es fraude, si ganan es una derrota a las viejas prácticas políticas. Dice Muñoz Ledo en un artículo reciente publicado en El Universal: “La radiografía de los sistemas despóticos se expresa casi siempre en términos de degradación social. En ella incuba a su vez la rebeldía que, de no encontrar cauces democráticos para sus exigencias de cambio, más tarde que temprano terminará estallando. Ese es el dilema de las elecciones en Tabasco este domingo”. Esto nos lleva a inferir que se está tratando de colocar la discusión en el terreno de una casi amenaza. Si no ganó contra este sistema despótico, la gente se va a sublevar.
Por el otro lado al Revolucionario Institucional un triunfo en este momento le daría una bocanada de aire puro en un momento en lo que más necesitan en colocarse como un partido competitivo en el espectro nacional. Esto implica, necesariamente, que no dejarán escapar esta liebre fácilmente, el PRI luchará en todos los terrenos para refrendar su gobierno en Tabasco.
Finalmente está Acción Nacional que le vendría muy bien una derrota amplia a López Obrador. Su cálculo no es sofisticado pero sí transparente: un Andrés Manuel con una derrota a cuestas le confirmaría su discurso alrededor de un México que no quiere resistencias ni protestas, quiere paz.
Con estos y otros muchos factores de valoración, todos quieren ver consolidada y refrendada su postura discursiva y política, todos necesitan un Tabasco que mande mensajes y replique lecciones, que les convienen sólo a ellos.
No son tiempos para discursos incendiarios, ni para querer presionar a la gente a tomar decisiones que no sabemos si le convencen. No son tiempos de sermonear, ni de darse baños de pureza. Mucho menos lo son para menoscabar el incipiente estado de legalidad democrática.
Muy por el contrario es el momento para demostrar que el país no será arrastrado a la violencia y demencia por los cálculos escrupulosos de una oligarquía política. Es el día para hacer de la gente y de sus votos el verdadero mandato al que todas y todos nos debemos de plegar.
Con un sureste notoriamente convulsionado, con una elección en Chiapas que vuelve a estar en duda frente a las resoluciones del Tribunal Electoral, con Oaxaca arrinconada por la lucha entre poderes fácticos priistas que han copado y cooptado cuanta legitimidad se les cruza, con un Yucatán que cambiará de gobierno en el primer trimestre del año, con todo esto lo último que debe hacer la clase política y los partidos es portarse como si lo único que importase es demostrar que se tenía la razón. Eso no le sirve a México.
Esta semana marcará la visión, corta o larga, de los actores involucrados. Esperemos que nos den, por fin, una grata sorpresa. Si no es así Tabasco nos puede salir muy caro a todos y en particular a los tabasqueños.

octubre 04, 2006

Perfil de los Diputados: ¿QUIENES NOS REPRESENTAN?

Este es el resumen de la encuesta publicada por Consulta Mitofsky sobre los recién incorporados legisladores. Los perfiles de los partidos se vuelven más nítidos cuando se lee esto:
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* 81% de los legisladores son hombres por 19% que son mujeres.

* La edad promedio de la LX es de 45 años, mismo promedio que el de la LIX legislatura. Una tercera parte de los diputados tiene menos de 39 años; casi 40% tienen entre 40 y 50 años de edad y el 30% restante tiene 51 o más años.

* 74% de los nuevos diputados federales cuenta con estudios de licenciatura; en la legislatura pasada el porcentaje alcanzaba el 80%. Un 23% tiene algún tipo de maestría. 22% no cuenta con alguna licenciatura o equivalente y para 4% no se tiene la información.

* La licenciatura más recurrente entre los diputados federales es por mucho la licenciatura en derecho, uno de cada cinco legisladores la tiene, le sigue la licenciatura en administración de empresas (6%); contabilidad (5%) y economía (5%).

* Las principales maestrías con que cuentan los representantes populares son la de administración pública (5%); derecho (5%) y la de ciencias políticas (1%).

* El PAN cuenta con el mayor número jóvenes (41.5%) y en general con mayor nivel de estudios; el PRI tiene en sus filas más diputados mayores de 50 años (43.0%) y la bancada del PRD es la que cuenta con menores títulos universitarios alcanzados.

* Destaca que la mayor parte de las mujeres en el congreso llegaron por la vía de la representación proporcional, mientras que en el caso de los hombres el 63% de ellos fue elegido de forma directa en las urnas.

* Por edades, los mayores de 50 años también llegaron en su mayoría por la vía de la representación proporcional (es decir, son los llamados plurinominales).
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Estos datos reflejan varias cosas:
En primer lugar es evidente que los sociologos ya no dirigimos los rumbos del país.
Dos: Los partidos son reflejo de neustra cultur apolítica: los viejos y las mujeres llegan por la vía de la representación proporcional.
Tres: el PRI sigue siendo, en la teoría y en los hechos, el partido más viejo.
Cuatro: Las cuotas en el PRD desplazan a los dirigentes con mayor preparación. Ambulantes, taxistas al poder. No está mal, de facto, pero es una interesante señal.
Cinco: La juventud tiene que pelear más espacios en sus partidos.
Seis: La 'cuota' del 30 por ciento de muejres sigue siendo colocada en lugares de riesgo, para evitar que lleguen. Pero la gente también vota más por hombres. Mucho que hacer ahí.

El estudio completo esta en:

http://www.consulta.com.mx

octubre 02, 2006

Rancherísimas...!

Invitación para chilangas y chilangos (y gente en tránsito)











Les mando esta invitación a un 'show' que creo que vale mucho la pena. Dos mujeres hacen un homenaje a la música ranchera desde una visión cabaretera, cómica, repleta de detalles encantadores.

Creo que a veces más nos vale ser capaces de olvidar la grilla, las batallas del país y tomarnos un rato para atender nuestra parte lúdica.

Vayan, no se van a arrepentir.

Cita!

Centro Cultural Helénico
Teatro la gruta
Viernes 20:30 hrs
Sábado 19 y 21 hrs.

Mesa $120 Butaca $90
Chela $20 Tequila $30

La caída de Ulises

Escribo estas líneas cuando se percibe en la información periodística que el ingreso policiaco y militar al centro de Oaxaca es inminente. No sé que suceda la noche de este sábado, o en los días subsecuentes, sin embargo es fundamental poner a este conflicto en el centro de nuestras reflexiones. Nada como Oaxaca demuestra claramente las enormes necesidades de tener y promover una nueva clase política y nuevas reglas del juego, nuevas leyes que nos permitan normar, no sólo la revocación de mandato, sino gobernar la pluralidad.
Por eso es difícil construir una opinión justa frente a la situación que se gesta en Oaxaca. Esta dificultad tiene que ver, por un lado, con la profunda polarización que produce este tipo de conflictos. Cuando se toman medidas radicales para lograr objetivos políticos es natural crear posturas antagónicas a lo que se busca impulsar. El caso de López Obrador y el PRD al tomar Reforma es una nítida oportunidad para analizar este tipo de fenómenos. Por el otro lado la evidente miseria, desigualdad y marginación son resultado incuestionable de los gobiernos priistas, ésos que solo han visto por sí mismos y no por la entidad y su gente.
La discusión es, pues, si debe o no caer Ulises Ruiz, si debiese de dimitir a su cargo.
En Oaxaca se vive la tensión en la cotidianeidad. Son cientos de días sin clases, con el estado inmovilizado, con el conflicto ignorado, con la realidad cimbrándose día a día con los balazos, las confrontaciones, los disturbios, los grupos que quieren tomar la justicia por propia mano.
Comerciantes, empresarios, artistas, mujeres y hombres de esa entidad coinciden en la incompetencia de Ulises Ruiz, sin embargo no termina de quedar claro si debe o no caer de su cargo. Y no porque haya duda alguna sobre su incapacidad política y su visión pequeña de las cosas. No. En realidad la duda es si su caída resolverá un conflicto que parece haber rebasado con amplitud su dirección inicial. Crecen las dudas de si la APPO está en condiciones de controlar sus diversas células, su radicalidad y si serán capaces de disolverse en sus vidas diarias. Es una gran duda, ésta que los asalta.
Si la dirigencia de la APPO fuese un interlocutor uniforme, homogéneo, congruente, seria natural que todos estuviésemos clamando por la destitución del gobernador. Pero la realidad es ya muy distinta. Se percibe un movimiento que, como es natural, está repleto de muy distintas exigencias, necesidades, ideas de rutas. Se ha convertido en una verdadera olla que tiene un guiso extraño y complejo.
En la APPO hay todo tipo de liderazgos, de organizaciones, que vieron en este movimiento la oportunidad para salir de años de gobiernos corruptos, pero además para plantear sus demandas, sean éstas las que sean. Desde el movimiento magisterial hasta algunos guerrilleros, en la APPO confluyen personas asociadas con exigencias sobre casi todo: cultura y arte, derechos humanos, sociales, sindicales, regionales, de desarrollo urbano, indígenas. De todo. ¿Cuál es entonces el común denominador? La irritación. Y de todos los comunes denominadores ése es el más peligroso.
Sin liderazgos claros y fuertes, con grandes cantidades de exigencias la APPO avanzan en sus mecanismos de presión al gobierno federal y local y se prepara, como hemos visto, para lo peor.
Por esto no puedo más que compartir la preocupación alrededor de si la caída de Ruiz puede, realmente, darle una salida a ese movimiento para transitar a un nuevo momento de su lucha por la transformación de ese estado de la República.
Ante un movimiento tan radical y de múltiples características, parece factible que ya teniendo la “cabeza” del gobernador pudiesen decidir quedarse hasta la instalación del interinato, para asegurar que sea alguien que puedan respetar. Y… ¿después?
Yo no creo que Ulises Ruiz pueda seguir gobernando su estado. Creo que lo correcto es que renuncie a su cargo. Pero insisto, ¿cómo se garantiza que la APPO pueda realmente desmantelarse y regresar a la acción política institucional?
No es fácil, desde ningún ángulo, resolver este conflicto. Tampoco aporta nada seguir descubriendo a los responsables de la magnitud de esta crisis, es claro que el gobierno federal incurrió en una gravísima falta. Pero hoy lo que se requiere en Oaxaca es paciencia, es tranquilidad, es ánimo para seguir negociando, es talento político y, sobre todas las cosas, es la paz.

luciano.pascoe@gmail.com

septiembre 28, 2006

Definición

Para seguir documentando este debate sobre las izquierdas y el multicitado tema de Cárdenas, les pongo un articulo que fue publicado la semana pasada. El 21 de septiembre para ser exactos.

Sara Sefchovich es escritora e investigadora en la UNAM, y aurtora del textoq ue les pongo a continuación.
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Hace unos días Elena Poniatowska culpó a Cuauhtémoc Cárdenas, al llamado subcomandante insurgente Marcos y a Patricia Mercado de que Andrés Manuel López Obrador perdiera la Presidencia de la República.

La acusación no es poca cosa y merece comentarse. Sobre todo, porque no es la primera persona que la hace, ya otros intelectuales se habían expresado en el mismo sentido.

Desde su punto de vista, la motivación de los tres inculpados fue la envidia, de tal manera que si no le hubieran tenido envidia a Andrés Manuel, lo habrían apoyado y él sería ahorita quien habría ganado las elecciones.

Me parece un extraño razonamiento el de la escritora. Ahora resulta que los responsables no fueron los millones de ciudadanos que votaron por otros candidatos, ni los muchos millones que prefirieron abstenerse, ni las campañas sucias emprendidas por todos los grupos, ni la fuerza de poderosos intereses que no lo apoyaban, ni los errores cometidos por el propio López Obrador. De acuerdo con este punto de vista, nada de eso fue lo determinante y lo que eliminó a AMLO de la silla presidencial fue la envidia de tres individuos.

Envidia significa querer tener algo que el otro tiene y, según el diccionario de la lengua española, sentir tristeza o pesar por no tenerlo. No veo cómo esto aplica a los mencionados, todos los cuales han tenido en algún momento lo que tiene AMLO: carisma, popularidad, respeto de amplios grupos, estatura moral y sus propias ideas.

El ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas manifestó su desacuerdo con López Obrador por concepciones distintas sobre cómo debe actuar la izquierda, cuáles deben ser sus propuestas para la nación y con quiénes no se debe trabajar. Marcos, por su parte, siempre dijo que no había condiciones para una elección realmente democrática (argumento que ahora usa López Obrador) y que era demasiado dinero el que se gastaba en ese "juego" electoralista. Y Patricia Mercado hizo una oferta política que llenó huecos importantes sobre asuntos que AMLO no quiso considerar.

Ahora bien: dejando de lado el hecho sustancial de que en una democracia es inadmisible reprocharle a alguien por expresar sus ideas y por "atreverse" a abrir diferentes opciones políticas, resulta muy simplista considerar que esas ideas no pudieran resultarles atractivas a los ciudadanos y que en cambio es muy fácil arrastrarnos para acá y para allá como si no pensáramos, como si fuéramos entes vacíos que porque oyen una frase bien construida o ven un anuncio en la televisión ya por eso cambian de opción política.

Pero además, ese modo de ver las cosas también deja de lado el hecho innegable de que el ingeniero Cárdenas no fue una opción por la que se podía votar, que ni sus seguidores ni los de Marcos son suficientes como para cambiar las tendencias de una votación y que quienes votaron por Mercado, no necesariamente le habrían dado su apoyo a López Obrador si ella no hubiera existido, pues se dirigió a un nicho de la población a la que no satisfacía la oferta de la coalición.

Entonces, no sería mejor preguntarse: ¿qué hizo Andrés Manuel como para alejar tanto a esta gente de la izquierda?

Y la respuesta la conocemos: allí está el trato que le dio a cada uno de ellos y a sus grupos y allí está el hecho de que no los escuchó ni se les acercó. Quizá porque no le interesaban sus propuestas o porque no consideró que los votos que ellos podían aportarle significaran algo en esos 10 puntos de ventaja que estaba seguro de obtener.

De modo, pues, que no hay justificación para las acusaciones como no sea la actitud que ha prevalecido de una vez ahogado el niño pasársela buscando culpables y encontrando chivos expiatorios. Pero se llegó demasiado lejos al promover en plaza pública una rechifla contra el ingeniero Cárdenas, algo no sólo inmerecido sino lamentable, pues se trata de un hombre de gran estatura moral y de importantísima presencia en nuestra historia.

La pasada Semana Santa una "asamblea popular" decidió juzgar al tristemente célebre Góber Precioso de Puebla. A gritos y chiflidos de la turba se decidió su culpabilidad y se quemó una efigie de cartón que lo representaba.

Eso quiere decir que un grupo de gente puede por igual, con ese método, nombrar presidente de la República a quien le gusta (ahora lo hicieron los amloístas, hace casi dos décadas lo hicieron los panistas con Clouthier) o condenar a muerte a quien no le gusta. Y eso no es la democracia, son medidas sectarias y muy graves que lo único que consiguen es dejar cada vez más solo a quien las permite.

sara.sefchovich@asu.edu

Escritora e investigadora en la UNAM

septiembre 24, 2006

El monopolio de la izquierda

Son muchos los eventos y los espacios en los que se está debatiendo de manera cotidiana el difícil momento por el que atraviesa la izquierda mexicana, o para ser aún más precisos el Partido de la Revolución Democrática.
Aunque en diversos textos he planteado mis diferencias y criticas al movimiento del PRD y su ex candidato presidencial, López Obrador, es un buen momento para, más allá de la detracción, revisar el lugar de las izquierdas y sus posibles devenires.
La esencia de la crisis contemporánea de la izquierda se puede identificar en varios momentos, pero creo que el lugar en el que se localiza con mayor claridad es la preparación del proceso electoral del año 2000.
El PRD se vio enfrascado en una lucha directa entre las corrientes que lo integran, el resultado fue un evidente viraje hacia adentro y una inicial cerrazón a la sociedad amplia y civil. Con esto se perdió la posibilidad de que los pensadores, los intelectuales, la ciudadanía con liderazgos entrara en la distribución de espacios y se minimizara la relación partido-ciudadanía; este que siempre había sido un importante eje de la solidez y pluralidad de ese partido de una otrora izquierda abierta.
Con este giro hacia adentro la lógica cambió drásticamente: ahora no era importante tu historia política, tu posibilidad de aportación a la transformación del país, tus redes sociales o tu liderazgo temático. No. Ahora llegaban los que tenían mas ambulantes agremiados, mas grupos de vivienda organizados, mas taxistas piratas corporativizados. El PRD se transformó en un mecanismo de premiación de las viejas formas de hacer política, aquellas que por tanto tiempo había luchado por erradicar.
Junto con el triunfo de las clientelas llegó el otro factor de descomposición: el dinero. Convencida la estructura política de que con dinero se podían ganar elecciones, el pudor desapareció y los mecanismos oscuros de financiamiento florecieron: Ahumada, cochinitos, contratos con ‘refilón’, todo eso se convirtió en cotidiano y legítimo. Además las batallas internas y externas cada vez lo exigían más. Si uno quiere competir con estructuras clientelares requiere de mucho más recurso que si busca el poder de la convicción. Para muestra sólo hay que recordar las desmedidas, casi insultantes, pre campañas perredistas del 2003. Dispendio, movilización, organización.
Si uno logra superar este ‘pequeño tema’ se percata que el resultado de estos fenómenos no tiene sólo que ver con el inicio de la corrupción como sistema interno, hay un resultado más grave: la extinción del debate político, ideológico, programático.
A la Coalición por el Bien de Todos le pareció suficiente que Lopez Obrador planteara sus 50 puntos de ensueño y presentará su programa ‘alternativo’ de nación.
Sin debate, sin discusión, sin consulta.
Esa es, al final, la gran queja de Cárdenas en su carta a Elena. Todo se convirtió en irrelevante frente a la posibilidad del éxito electoral. Irrelevante era discutir los programas, tener ideas, escuchar a las disidencias, seleccionar a las candidaturas. Todo quedo rebasado por la ambición de ser la clintela más grande del mundo.
Es por esto que hoy, frente al movimiento de la resistencia civil y las argumentaciones del perredismo sobre la legitimidad y la profundidad de su movimiento, surgen las dudas y las criticas de las otras izquierdas, las que no comparten estas ideas y que además destacan la ausencia de debate.
En el fondo a lo que ha renunciado la izquierda oficial, léase el PRD, hoy día es a la deliberación, al debate, a la autocrítica y al análisis. La defensa de su ‘triunfo’ y la legitimidad de su ‘presidente’ se ha vuelto dogmática. Sin pensamiento critico, no ha crecimiento, no hay vanguardia, es más, no se puede ser progresista.
Hay sectores dentro del PRD que saben de esta carencia y aseguran que pronto volverán a construir los mecanismos para el debate.
Eso esperamos muchos pero entre tanto el dogma, la consigna, la línea, siguen siendo el constante obstáculo a que este partido se percate de que tiene en sus manos una oportunidad histórica de consolidación de su proyecto.
Es tiempo de que se asuma que no hay verdades absolutas, ni claridades proverbiales, ni rutas únicas para lograr un país con justicia e igualdad.
Las izquierdas son varias y vislumbran el futuro desde distintos lugares. Sin embargo su existencia ha sido tildada de envidia, esquiroleo, de inútil.
El momento de crisis que se vive dentro del pensamiento de izquierda debe encontrar rutas para el dialogo, y para el entendimiento. Pero sobre todo para la generosidad y la solidaridad que implica el reconocimiento de los demás y el respeto a sus rutas. Para reconocer en la critica no un enemigo, sino una posibilidad de crecimiento.
Si el PRD y sus incondicionales logran superar sus vendajes y su propio ombligo, podrían ser, realmente, la punta de lanza de un Frente Amplio Progresista, cualquier otra cosa, como la actual es simplemente un membrete.
En las ideas, la izquierda debe partir de una idea base: no debe haber, como en el mercado, monopolios de la verdad.

septiembre 15, 2006

La carta y el derecho a disentir


He vivido muchas coincidencias y discrepancias con Cuauhtémoc Cárdenas en mi vida. Muchas veces he admirado su visión de Estado, su respeto a la ley, su impecable manejo de los tiempos políticos y muchas otras veces me he frustrado su ambigüedad, su lentitud para la acción y en diversas ocasiones quisiera haberlo visto más tirado para adelante.
Nunca olvidaré el mensaje que dio en el Zócalo capitalino una semana después de las oscuras elecciones de 1988: la lucha sigue pero por las vías pacíficas y legales. Cambiaremos este país con la ley en la mano.
Este país ya cambió, ni tanto como queremos ni con el rumbo que deseamos, pero en este momento la lucha sigue por los mismos caminos, no por otros.
Ante la andanada de criticas mezquinas y satanizaciones que el movimiento de López Obrador ha generado en torno a varios personajes de la política, a destacar el propio Cárdenas, Marcos y Patricia Mercado, sale esta carta, escrita por el tres veces candidato presidencial.
Creo que retrata con claridad lo que muchos pensamos sobre López Obrador y sus métodos. Es larga pero vale la pena su cuidadosa lectura.

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De Cuauhtémoc Cárdenas a Elena Poniatowska

México, DF, 13 de septiembre de 2006

Elena:

En la edición del diario La Jornada (página 8) del 10 de septiembre aparece una nota encabezada "Marcos y Cárdenas no apoyaron a AMLO por envidia", en la cual se te atribuye, entrecomillada, la siguiente expresión: "Si estos tres personajes [en el texto de la nota se agrega a Patricia Mercado] se hubieran sumado, si no se hubieran echado para atrás, no habría la menor duda del triunfo de López Obrador, pero no lo hicieron por envidia".

No me corresponde hablar de las razones de Patricia Mercado ni del subcomandante Marcos para haber adoptado las posiciones que adoptaron frente al proceso electoral reciente, pero puedo asegurarte que no fue la envidia lo que los motivó a actuar como lo hicieron, sino que, entre otras cosas, sólo ejercieron su derecho a pensar diferente.

En lo que a mí respecta, tu talento y trayectoria me obligan a darte una respuesta, obligadamente larga, de por qué no participé en la campaña de la coalición Por el Bien de Todos ni participo en la Convención Nacional Democrática, que empieza por decirte que la envidia no ha tenido lugar hasta ahora en mi conducta, ni pública ni privada, y que nunca me he echado para atrás frente a los compromisos que he asumido a lo largo de una ya larga vida.

Con Andrés Manuel he compartido por años propósitos y episodios importantes de la lucha por la democracia en nuestro país. Nunca exigimos incondicionalidad ni subordinación en nuestra relación. El trato en los muchos encuentros de los dos, puedo decirte, ha sido cordial y respetuoso.

Mis desacuerdos o desencuentros con él no son de carácter personal. Las diferencias que existen entre ambos son relativas a las formas de hacer y entender la política y sobre algunos aspectos programáticos, acentuadas, ciertamente, cuando se trata como hoy de los destinos del país y a partir de que se iniciara el proceso que debía conducir a la pasada elección del 2 de julio y respecto al cual ambos definimos con anticipación y públicamente nuestras posiciones frente al país y a la ciudadanía, él a través de sus "20 puntos", sus "50 puntos" y del libro Un proyecto alternativo de nación, yo mediante la publicación de Un México para todos, de autoría colectiva. Aun con esas diferencias, mi voto fue por todos los candidatos de la Coalición, como en su momento lo hice público.

Una de las discrepancias que resaltaría de esas publicaciones es con relación al juicio que hace, sin mencionar nombres, de la digna y firme defensa del principio de no intervención y de la paz que hizo Adolfo Aguilar Zinser como miembro del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.

Al respecto, Andrés Manuel escribió: "Después del triunfo de Vicente Fox, nuestra política exterior se ha conducido con desmesura. El resultado más notorio ha sido la afanosa intervención en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que en la práctica sólo vino a complicar aún más nuestra situación internacional", lo que me lleva necesariamente a preguntar si la política exterior de México debe plegarse incondicionalmente a la de Estados Unidos con el fin de no complicarse y olvidarse entonces de la defensa de los principios, de tomar decisiones soberanas en función de los intereses del país y de la dignidad misma de la nación, que gobierno y ciudadanos estamos obligados a respetar y a hacer valer.

Se dice también en ese proyecto: "Los sueños de ver a México como gran protagonista en el concierto de las naciones son sólo eso: espejismos protagónicos para alimentar ambiciones personales que nada tienen que ver con el país real", lo que me lleva a pensar que se quieren desconocer los logros de la política exterior mexicana como, entre otros, la aprobación por amplísima mayoría de la Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, el reconocimiento del derecho de los Estados a su mar patrimonial o la participación en el Grupo Contadora para lograr la pacificación de Centroamérica, que implicaron el despliegue de una gran actividad -y si se quiere llamar protagonismo- de la diplomacia mexicana.

Encuentro como una grave omisión de un candidato presidencial no tomar posiciones claras y públicas respecto a cuestiones importantes, tanto del momento como con consecuencias hacia adelante.

Puedo citarte los casos siguientes respecto a los cuales Andrés Manuel no se pronuncia todavía y que quienes consideramos prioritaria la lucha por el rescate y ejercicio pleno de la soberanía y por la cabal vigencia de un Estado de Derecho estimamos fundamentales: no ha habido una toma de posición en relación a los contratos de servicios múltiples de Petróleos Mexicanos; tampoco respecto a la ilegal prisión y la extradición hace unas cuantas semanas de seis ciudadanos vascos.

Sobre la iniciativa Sensenbrenner, que de llevarse a la práctica vulnerará los derechos de miles o millones de mexicanos en exilio forzado en Estados Unidos; la mayor y excesiva militarización de la frontera común del lado norteamericano, que constituye, sin lugar a dudas, un acto inamistoso hacia México; la iniciativa del Área de libre comercio de las Américas del presidente Bush y la propuesta alternativa de promover un acuerdo continental de desarrollo.

La iniciativa de ley de sociedades de convivencia, bloqueada en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal en los primeros tiempos de su gestión; la falta de tacto y de oficio diplomático en las relaciones del gobierno mexicano con los gobiernos y Jefes de Estado de Cuba, Venezuela, Argentina y Bolivia.

Reconocerás que en el círculo de colaboradores cercanos de Andrés Manuel se encuentran algunos de los que instrumentaron el fraude electoral y la imposición en 1988 desde el gobierno, el Partido Revolucionario Institucional, la Cámara de Diputados y la Comisión Federal Electoral, que impuso la banda presidencial a Carlos Salinas el 1 de diciembre de 1988.

Además, el que instrumentó la privatización del Canal 13 de la televisión; el que ha declarado que el proyecto económico de Andrés Manuel es el mismo que el de Carlos Salinas; el que pretendió promover la reelección de éste. Pero a ninguno, que se sepa, ha pedido Andrés Manuel explicación sobre su cambio de piel política y ninguno la ha dado públicamente.

Este mismo grupo es el que ahora, con algunas adiciones, acompaña a Andrés Manuel en sus nuevos proyectos y el de quienes podría pensarse que formarían parte de su gobierno, que no sería por sus antecedentes y falta de deslindes, un gobierno identificado con los principios y las luchas del PRD y de manera más amplia con aquellos de la izquierda mexicana.

Sólo para argumentar sobre uno de los casos: de seguirse la política económica del salinato, se proseguiría con la enajenación del patrimonio estratégico de la nación y con el desmantelamiento de la planta productiva, se pondría en práctica una política entreguista en lo económico y de subordinación en lo político, se profundizaría el desastre productivo y social del campo mexicano, se mantendría acrecentado el flujo migratorio masivo hacia Estados Unidos y se haría cada vez más agudo el proceso de concentración de la riqueza en pocas manos.

Por otra parte, no se podrá decir que no manifesté oportuna y públicamente mi desacuerdo con la postulación por parte de la coalición Por el Bien de Todos, de la que el Partido de la Revolución Democrática fue el eje, de candidatos con posiciones públicas contrarias a los principios del PRD, que nunca se deslindaron de sus pasados políticos ni han explicado las razones de su traslado al PRD o cómo concilian un pasado antagónico con los principios del PRD al haber aceptado una candidatura de éste, que no los representa por sus trayectorias y posiciones políticas públicas.

Ahí están, como muestra, algunos que fueron candidatos y otros que ya son legisladores en funciones. En este caso, voces como la mía y las de muchos otros que sólo demandaban congruencia, fueron simplemente ignoradas.
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En los últimos días de mayo hice público un documento a través del diario La Jornada denominado "Viendo hacia adelante: un camino democrático y progresista para México", en el cual planteaba algunas cuestiones que me parece fundamental que se lleven a la práctica en el próximo sexenio, que pudieran ser consideradas por los candidatos entonces en campaña.

No merecieron la mínima observación, ni en sentido negativo ni en positivo, por parte del candidato de la coalición y la misma actitud de ignorar críticas, discrepancias e incluso planteamientos coincidentes con su línea política recibieron muchos de aquellos que por largo tiempo han militado en el campo progresista.

Digo en ese documento -y te lo reitero ahora- que al no haberse dado relevancia a la presentación y discusión de propuestas y compromisos por parte de los candidatos a lo largo de los meses de campaña, se hace necesario insistir en pensar y discutir el país que queremos, por encima de todo y antes que nada, así como en cambiar radicalmente la forma de hacer política, subordinándola a un proyecto de país y no a la simple ambición de poder o a la toma coyuntural de decisiones.

Entre las cuestiones básicas que no se discutieron en el ir y venir de las campañas estuvo la continuidad de la reforma electoral, que después del 2 de julio y ante los serios cuestionamientos que se han venido haciendo a la calidad del proceso electoral se ve aún más urgente, ya que a pesar de los muchos cambios que ha sufrido la legislación correspondiente, continúa inconclusa.

La gente reclama reducir y transparentar los gastos de las campañas; reclama que se llame a las cosas por su nombre, empezando porque las supuestas precampañas se reconozcan como campañas en la ley y en los cómputos de gastos y tiempos electorales; reclama abrir la posibilidad de candidaturas ciudadanas que no tengan que pasar necesariamente por la aprobación y gestión de los partidos políticos.

Además, facilitar el registro de nuevos partidos políticos, sin que el registro represente acceso automático a la asignación de dineros públicos; restituir en la ley la figura de las candidaturas comunes; reunir en no más de dos momentos dentro de un sexenio, los procesos electorales federales, estatales y municipales; y establecer las dos vueltas en las elecciones, tanto presidenciales como legislativas.

En materia de reforma electoral, la medida más efectiva, aquella donde se encuentra la principal respuesta a las exigencias populares, la reforma más de fondo es hacer equitativos los tiempos en los que partidos y candidatos tengan acceso a los medios electrónicos de comunicación, así como acotar los periodos en los que pueda hacerse propaganda dirigida al público, prohibiéndose a partidos, candidatos y particulares comprar tiempos en los medios electrónicos -televisión y radio comerciales- y que éstos sean asignados por la autoridad electoral de manera equitativa.

Lo anterior para que no sea el gasto mayor o menor en la compra de tiempos lo que determine la mayor o menor presencia de las alternativas electorales que se ofrezcan a la ciudadanía al través de esos medios. Así se tendrían campañas equitativas y se lograría una reducción sustancial de los tiempos y las erogaciones públicas -y en su caso privadas- en las campañas electorales.

Por otro lado, y también en relación con la cuestión electoral, debe legislarse para prohibir que en la publicidad que se hacen las dependencias oficiales al través de los medios de información -televisión, radio, prensa escrita- aparezcan imágenes y nombres de funcionarios, que si bien pudieron haber participado en la promoción o ejecución de algún programa o proyecto público, no hicieron sino cumplir con su obligación y en su caso, con un mandato ciudadano, pues fue irritante y ofensivo en las precampañas, como creo te consta, ver cómo candidatos o precandidatos de los tres partidos de mayor presencia nacional, despilfarraron a lo largo del sexenio y hasta que dejaron sus cargos, dineros públicos para su personal promoción político-electoral.

Es necesario comprometerse con reformar la reciente y vergonzosamente aprobada Ley de Radio y Televisión, recuperando para el Ejecutivo la capacidad de normar la operación de los medios de información electrónicos con sentido de servicio público y de equidad, abriendo las posibilidades, a partir de los avances tecnológicos en la materia, de otorgar nuevas concesiones a instituciones de educación superior, gobiernos estatales y municipales, organizaciones culturales y comunitarias y sociedades comerciales sin vínculos con los medios ya en operación.

Es ya oportuno también convocar a la revisión, con sentido y procedimientos democráticos, de las bases y los términos de nuestro pacto federal.

De esa revisión habrá de surgir la nueva Constitución que contenga la estructura y competencias de la Federación, los estados, los municipios y de los tres poderes de la Unión, que considere los derechos ya ganados por los mexicanos, sus nuevos derechos y los procedimientos para que el ciudadano o las colectividades hagan exigible su ejercicio frente al Estado.

Una que esté concebida visualizando la presencia de nuestro país en el mundo globalizado, que establezca los cauces para el tránsito de una democracia representativa plena, aún por alcanzarse, a una democracia de amplia participación social, así como los mecanismos de consulta ciudadana, iniciativa popular y de revocación de los mandatos, entre otras cuestiones.

Lo que hasta aquí te he expuesto son algunas de las razones que a mi juicio determinaron el número de votos que obtuvo Andrés Manuel el 2 de julio. Por estas mismas razones no creo, contra lo que tú has declarado, que mi ausencia de los actos públicos de la campaña haya provocado una dramática disminución de las preferencias electorales a favor de la coalición. Seguir argumentando más sobre estas cuestiones, sería entrar a un terreno estéril de especulaciones.
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Yendo a otros temas, me preocupa profundamente la intolerancia y satanización, la actitud dogmática que priva en el entorno de Andrés Manuel para quienes no aceptamos incondicionalmente sus propuestas y cuestionamos sus puntos de vista y sus decisiones, pues con ello se contradicen principios fundamentales de la democracia, como son el respeto a las opiniones de los demás y la disposición al diálogo.

Me preocupa, asimismo, que esas actitudes se estén dando dentro del PRD y en sus cuadros dirigentes, pues se inhibe el análisis y la discusión de ideas, propuestas y alternativas entre compañeros, más allá de que esa cerrazón se extiende también a lo que pueda llegar de afuera del partido; que la conducción política y las decisiones tomadas después del 2 de julio, como el bloqueo de Madero, Juárez y el Paseo de la Reforma -excluyo la ocupación de la plancha del Zócalo- se estén traduciendo en pérdidas y desgaste del movimiento democrático en lo general y del PRD en lo particular.

Me preocupan los cambios contradictorios de línea política: a un medio de información norteamericano Andrés Manuel le declaró no ser de izquierda, cuando había declarado serlo a lo largo de precampaña y campaña. Por otro lado, el 10 de agosto pasado se publicó en La Jornada una entrevista que hiciste a Andrés Manuel en la que preguntaste: "Si llegaras a la Presidencia, ¿tendrías que moderarte?".

A lo que respondió: "Si, la institución te lo exige, yo lo haría. Es más, durante la campaña y hasta ahora no he dicho cosas que pienso sobre mi país, porque me he autolimitado, porque mi rol es hasta ahora uno.Una vez que se resuelva este asunto [el conflicto poselectoral], ya veremos.

Pero muchas cosas me las guardé porque uno tiene que actuar de una manera cuando es candidato y, desde luego, actuar de otra manera cuando se es Presidente, y de otra manera como dirigente de resistencia social. Pero en cualquier circunstancia uno tiene que mantener sus principios. Es nada más un asunto de matices, de moderación".

¿Por qué entonces guardarse de fijar posiciones y hacer propuestas, cuando era precisamente en su calidad de candidato a la Presidencia cuando se tenían que hacer definiciones que atrajeran con lealtad y orientaran con rectitud el voto de la ciudadanía? ¿No es principio básico de un comportamiento leal y democrático actuar con transparencia y hablar con la verdad? ¿Cómo lo explicas tú?

En reciente documento suscrito por Andrés Manuel se plantea que la convención que él ha convocado para celebrarse el 16 de septiembre "decida si el órgano de gobierno y quien lo represente, se instale y tome posesión formalmente el 20 de noviembre o el primero de diciembre de 2006".

Aquí me surge la siguiente pregunta: si se considera que el gobierno actual ha quebrantado ya el orden constitucional ¿para qué esperar al 20 de noviembre o al 1 de diciembre, por qué no empezar por desconocer a la administración en funciones, como sucedió cuando el movimiento constitucionalista encabezado por el Primer Jefe Venustiano Carranza desconoció al gobierno usurpador de Huerta, a los poderes Legislativo y Judicial y a los gobiernos estatales que no acataran el Plan de Guadalupe?

No pienso que así deba procederse. Hacerlo sería un craso error, de altísimo costo para el PRD y para el movimiento democrático en su conjunto. Por el contrario, estoy de acuerdo con la sensatez y sabiduría de Luis Villoro, que en un artículo reciente dice que la discusión de un proyecto nuevo de nación requiere de tiempo para su debate y no puede aprobarse en un acto declaratorio en el Zócalo, al calor de un discurso, pues haría falta por lo menos la consulta y la anuencia de delegados de toda la República.

Es decir, agrego yo, de un amplio proceso de análisis y discusión, que en función de un proyecto de nación construido colectivamente en la pluralidad y mediante procedimientos democráticos, desemboque en la elaboración de una nueva norma constitucional.

Villoro expresa también que "muchos no podemos estar de acuerdo con nombrar un nuevo presidente en rebeldía. Esto rompería, aunque sólo fuera simbólicamente, el orden constitucional. Para sostener una amplia y permanente oposición lo que menos necesitamos son actos provocadores.

Lo que sí es necesario, pienso yo con muchos conciudadanos, es caminar hacia la paulatina realización de un nuevo proyecto de nación para el porvenir cercano. Un proyecto de oposición podría seguir ciertas ideas regulativas: una nueva ley electoral; una nueva legislación sobre los derechos de los pueblos indígenas; resistencia contra la privatización de los recursos naturales; lucha contra la corrupción; ampliación de la educación en todos sus niveles; lucha para disminuir radicalmente la desigualdades económicas y sociales. Una izquierda nueva podría aglutinarse, sin perder diferencias, en las líneas de un proyecto semejante".
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Como ves, con esta larga carta lo que hago es defender el derecho a disentir, a pensar diferente, a pensar que cuando se ha impedido ha conducido a dictaduras, opresión, represión, sectarismos e intolerancia, que estoy cierto, ni tú ni yo queremos ver en nuestro país.

Muy atentamente

Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano

septiembre 11, 2006

Exorcizando a Stroessner

La versión completa de este artículo aparecerá publicada en la revista El Huevo de este mes.
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¿Qué sabes de Paraguay? ¿Cuánto sabe el mundo de Paraguay?
¿Iguazú? ¿La Guerra del Chaco? ¿Qué una de ‘allá’ se casó con Christian Castro?
Es altamente probable que, si no eres paraguayo, sepas muy poco. Una de las razones de esa ignorancia no tiene sólo que ver con tu indiferencia a la historia o geografía, tiene que ver con un país que ha pasado más de medio siglo mirándose a sí mismo, ignorado por sus vecinos, despreciado hasta por economías menores. Esa es la tragedia de la que daremos cuenta.
Desde 1954 y hasta 1989, Alfredo Stroessner dictó implacablemente los destinos de ese país sudamericano.
Disciplinado, ególatra, dogmático, su carrera militar fue un éxito natural. Para 1954 fue promovido a general de división y con eso bastó para que, en ese mismo año, encabezara un golpe de estado contra el presidente Federico Chávez, bajo la elocuente máxima de detener el avance comunista, instauró la llamada “Trilogía: Gobierno-Partido-Ejército”.
Sus más de treinta años en el poder mostraron el rostro de un personaje que, con una sociedad política sometida, hizo poco que no fuera mirarse al espejo y vanagloriarse de cuanta pequeñez alcanzó.
Todas sus obras públicas, marca natural de los gobiernos militares en ese periodo, llevaban su nombre. Tuvo el tino de hasta nombrar una ciudad Puerto Presidente Stroessner, misma que hoy es conocida como Ciudad del Este.
Treinta años fueron de extravío para Paraguay. Treinta años sí son algo.
Reformó la constitución paraguaya para reelegirse en innumerables ocasiones y perpetuar su régimen de presión y terror. Fue reelegido en 8 legislaturas, en votaciones verdaderamente fraudulentas, y con la ventaja añadida de ser el único candidato: 1958, 1963, 1968, 1973, 1978, 1983 y en 1988.
Treinta años con más de cuatro mil muertes por represión. En silencio, en el anonimato mundial, Stroessner persiguió a los ‘comunistas’ hasta su desarticulación. Tortura, desaparición, fosas comunes. Todo enmarcado en sus espléndidos mecanismos de premiación gubernamental que mantenían callada a la clase política.
Por su origen, pero más por su formación, era —y cómo no lo iba a ser— particularmente afecto de los nazis. Inclusive dio asilo a una gran cantidad de militares alemanes en plena huida.
Faltaba más: enredado en su imagen del gran dictador, este personaje se permitió dar asilo a Anastasio Somoza, derrocado dictador nicaragüense. Somoza murió asesinado en Asunción y con esto se desató una época de temor dentro del sistema de gobierno, que tanto se pavonea de ser infranqueable.
Como todo dictador, su estrategia de supervivencia económica fue el endeudamiento con los Estados Unidos, quien en su alineación anticomunista le otorgaba líneas de crédito amplias. El resultado de su gobierno fue, como es fácil intuir, catastrófico.
Su proceso de descomposición se agudizó con el crecimiento de la corrupción y sus implacables imposiciones políticas. En el ocaso de su reinado empezó a pagar el costo de haber creado un estado con escasa educación, en el que el contrabando de whisky y cigarros hacia Brasil y Argentina, eran una parte fundamental de la economía.
En diciembre de 1989, sin democracia, con una economía que rayaba en el feudalismo, y habiéndose convertido en un ser que parecía el intermedio natural entre el mandato de Fidel Castro y la represiva y necia dictadura chilena de Augusto Pinochet; su propio partido Colorado lo declaró caduco y lo derrocó, mandándolo al retiro permanente en Brasil.
Curioso fue que nadie festejó ni protestó en Paraguay. Miraron, impávidos, lo que acontecía. Más como telenovela que como hecho histórico, resulta, para alimentar el morbo social, que lo destituyó su consuegro.
Desde su exilio se iniciaron diversos procesos en su contra, ahora sí, el partido Colorado se mostraba consternado por las desapariciones, por las corruptelas. Ese mismo que fue el gran beneficiado de este estado de control.
Hoy recordamos a Stroessner, lo recordamos porque ha muerto. Falleció en Brasil, pesando sólo 45 kilogramos de un mal pulmonar.
Pero la verdadera oportunidad con su muerte es que puede ser el inicio de la emancipación de los paraguayos de una clase política que no les ha servido para nada, que los mantiene en la pobreza y desigualdad.
Emancipación de todos aquellos que los han sometido por décadas.
Porque no hace falta decir que si Stroessner cayó hace 17 años, no se siente una gran diferencia en el desempeño de su actual gobierno. Son más de tres lustros y no han logrado colocar a su país en algún otro lugar, uno distinto al que han tenido por tanto tiempo.
Paraguay busca, con urgencia, liberarse de la historia de ser dirigidos por personas que sólo saben mirarse a sí mismos.
No han logrado desterrar al fantasma de un personaje que los asedió por años y que, para su desgracia, sigue rondando las calles, los pueblos y los gobiernos paraguayos.
A veces pareciera que además de emanciparse, Paraguay necesita un exorcismo.