noviembre 03, 2009

Legalización de las drogas: la guerra de los egos


Desde que empecé a recuperar, en este y otros espacios, la idea de que frente a la violencia creciente en nuestro país y los desbocados índices de consumo de drogas, legalicemos el mercado de las drogas –y en un sentido especifico regulemos las drogas duras y liberemos las blandas– he recibido todo tipo de opiniones favorables y contrarias a esta idea.
Esta propuesta lleva años en la mesa de discusión y es apoyada por personajes como Carlos Fuentes, Fernando Savater y una cantidad importante de artistas, politólogos, sociólogos.
Es importante, por esto mismo, construir un piso mínimo de información para entrar a estos debates con un sentido constructivo y reducir a un mínimo las visiones caricaturescas o simplistas sobre la legalización del mercado de las drogas.
Este debate no es nimio, ni irrelevante. Puede ser el inicio de un cambio profundo en nuestra ruta de política pública hacia el entendimiento de la violencia como un fenómeno que va más allá de los narcos.
He notado que hay, cuando menos, ocho cuestionamientos recurrentes –ya sea en forma literal de pregunta o como crítica a la propuesta– y creo que vale la pena ir construyendo ese piso mínimo de información común sobre este complejo y polémico tema.
A partir de que el hoy extinto PSD hiciera pública su intención de trabajar a favor de la despenalización del consumo de drogas a nivel nacional, algunos nos pronunciamos a favor y otros se han pronunciado en contra, criticado tanto la propuesta como al partido. Me parece útil, entonces, darnos mayores elementos para que este debate encuentre un punto constructivo, más que de simple forcejeo verbal y retórico.
Ocho preguntas sobre la legalización de las drogas.

1.- ¿Con la propuesta se promueve el uso de drogas?
2.- ¿Esta idea propone un acuerdo con los narcos o perdonarles sus delitos?
3.- ¿Esta propuesta desprecia la lucha de policías y el Ejército en contra de la delincuencia ligada al narco?
4.- ¿La estrategia del Gobierno Federal está equivocada?
5.- ¿Qué lograría la legalización de las drogas?
6.- ¿Cómo marchan las cosas en países donde está permitido el consumo de algunas drogas?
7.- ¿El consumo de drogas ilegales mata a muchas personas?
8.- Si se legalizan las drogas ¿su consumo aumentaría exponencialmente?

1 ¿Con la propuesta se promueve el uso de drogas?
De ninguna manera. Al contrario, es deseable acompañar esta propuesta con una campaña nacional a todos los niveles que muestre los riesgos de las drogas para la salud. También es partidario de que se apoye a los adictos sin que se les considere delincuentes, sino enfermos que ahora son usados por los narcotraficantes como carne de cañón y por algunos policías que los chantajean.

2 ¿Esta idea propone un acuerdo con los narcos o perdonarles sus delitos?
No. Para empezar, los primeros que están en contra de la legalización de las drogas, son precisamente los narcotraficantes, pues son ellos quienes obtienen enormes ganancias económicas, mediante el tráfico ilegal de drogas. Los narcos son los únicos beneficiados, los únicos que han logrado amasar enormes fortunas y un poder que pone en riesgo la estabilidad y hasta la existencia del Estado.
La propuesta se acompaña de asegurar el mayor castigo legal posible y la lucha sin tregua contra estos delincuentes.

3.- ¿Esta propuesta desprecia la lucha de policías y el Ejército en contra de la delincuencia ligada al narco?
Independientemente de estar a favor de la legalización, la labor que llevan a cabo policías, jueces, autoridades judiciales, soldados e instituciones de todo el país es digna de un enorme reconocimiento, sin embargo, su labor está condenada al fracaso en la medida que la estrategia seguida está equivocada, pero las mujeres y hombres que están en esa lucha son respetable. Legalizar las drogas también es terminar con los cientos de asesinatos en contra de los guardianes del orden.

4.- ¿La estrategia del Gobierno Federal está equivocada?
El Gobierno federal ha fracasado en prevenir y frenar el consumo, en acabar con la delincuencia organizada, en poner a salvo a los servidores públicos de todos los niveles, en dar seguridad a la ciudadanía y en abatir el enorme número de asesinatos. ¿NO es este un fracaso en toda la línea?
Los datos relacionados con los niveles de adicción y de consumo de drogas son imprecisos. Pese a ello, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008, el número de personas que probaron alguna droga, pasó de 3.5 millones de personas en el año 2002, a 4.5 millones para este año. En cuanto al número de adictos, de los 307 mil registrados en 2002, se pasó a 465 mil en 2008. Lo anterior muestra que se trata de un fenómeno en expansión.
En cuanto al número de muertos, los datos de 2008 son escalofriantes, más de 1000 personas asesinadas en una masacre que ha alcanzado a niños, mujeres hombres que no tenían nada que ver con el narco. Las violaciones a los derechos humanos también se han multiplicado. Es evidente el fracaso de la estrategia de confrontación bélica de combate al narcotráfico.
A diferencia de otras partes del mundo, el problema que más urge resolver en México es el de los elevados índices de delincuencia y violencia en que se encuentra inmerso el país, consecuencia del narcotráfico. Hoy por hoy, sólo dos estados de la República han escapado al fenómeno de las ejecuciones (Tlaxcala y Baja California Sur), y de acuerdo con estadísticas oficiales, en dos años de administración calderoniana, el número de ejecuciones asciende a más de ocho mil.

5.- ¿Qué lograría la legalización de las drogas?
Por una parte, la idea de legalizar las drogas está dirigida a acabar con la principal fuente del enorme poder de los grupos dedicados al narcotráfico, que es la venta ilegal de drogas. Sin dinero no tendrían posibilidad de comprar tantas armas, de corromper o amenazar a las autoridades. Es evidente que sabemos que la legalización no acabaría de facto con el crimen organizado, pero lo heriría mortalmente.
Por otro lado, los recursos obtenidos por el consumo de adultos que son dueños de su cuerpo podrían generar para el Estado la posibilidad de dar más dinero para las tareas de prevención y combate a las adicciones, pues actualmente se destina a dichas acciones, menos del 5% de los recursos disponibles para el combate al narco.

6.- ¿Cómo marchan las cosas en países donde está permitido el consumo de algunas drogas?
Es cierto que el consumo no ha bajado en esos países, pero también es cierto que los gobiernos no realizan campañas intensas para evitar las adicciones debido a que no son un problema de salud pública o de delincuencia. Sin embargo, al haber control del Estado se ha logrado que no haya crimen organizado relacionado con el consumo.

7.- ¿El consumo de drogas ilegales mata a muchas personas?
Falso. Mata más personas el consumo de alcohol y el desmedido gusto por el azúcar (diabetes, obesidad, problemas cardiovasculares) en nuestro país que el consumo de drogas. Por supuesto, ninguna de estas adicciones es recomendable, pero al hacerlas legales se facilita su dimensionamiento y su combate por la vía correcta: la responsabilidad de las personas hacia su salud y la de los suyos.
Por más problemas asociados al consumo de bebidas alcohólicas, nadie en su sano juicio considera viable la idea de prohibir su consumo, pues se argumenta, se estaría generando un tremendo problema de contrabando ilegal o mercado negro, que daría lugar al surgimiento de mafias abocadas a la producción, venta y distribución de bebidas alcohólicas, tal como ocurre con las drogas actualmente.

8.- Si se legalizan las drogas ¿su consumo aumentaría exponencialmente?
Es posible que ante la despenalización del consumo de drogas, el número de consumidores aumente debido a la curiosidad de muchos por conocer los efectos de ciertas sustancias recientemente legalizadas o bien porque ahora están subestimados los registros, pero no hay evidencias de que se vaya a elevar exponencialmente.
Actualmente, es muy fácil conseguir drogas, incluso para niños y jóvenes, legalizar las drogas facilitaría controlar los sitios de venta y, por supuesto, impediría que quienes no deban tener acceso las obtengan.
De acuerdo con datos de la encuesta realizada por María de las Heras, publicada en el diario Milenio en el mes de octubre del año pasado, el 68% de la población no fuma mariguana porque no quiere, no porque sea ilegal. Asimismo, el 88% asegura que quienes quieren fumar mariguana lo hacen, sea ilegal o no.
Ahora bien, la marihuana es la droga de mayor consumo a nivel nacional, con cerca del 4.4% de la incidencia; seguida de la cocaína, con 2.5%; los inhalables, con 0.7%; metanfetaminas 0.5%; alucinógenos 0.4% y heroína 0.2%.
Los debates sin información se convierten en diálogos de sordos y actos de retórica. Más temprano que tarde lograremos, como sociedad, dar un paso evolutivo en nuestra forma de ver y resolver el mundo.

La legalización de las drogas es un debate inaplazable en nuestra clase política y en la sociedad en su conjunto. No rehuyamos de él, pero tampoco le entremos sin información. Un debate sin información es –solamente– una guerra de egos.

2 comentarios:

Diana Delfin dijo...

completamente deacuerdo con usted. Pienso que legalizar la droga es buena idea. Las preguntas serian cuales? todas? Pero tambien pienso que legalizarlas en un pais carente de educacion como el nuestro sería un riesgo potencial.

Creo que hay que legalizarla pero con restricciones.

Tambien concuerdo en que practicamente cualquiera puede tener acceso a la droga. Como estudiante lo vivo, estoy conciente de muchos de compañeros de la escuela y egresados que han consumido o consumen droga.

César A. Sandoval dijo...

Me parecen muy acertados sus comentarios. Muy buen trabajo de investigación estadística y muy buen sentido común en sus palabras. Sin embargo, debo mencionar que omitió el punto trascendental de las conveniencias económicas para los gobernantes y los grupos de poder en México y Latinoamérica, tampoco mencionó que quienes manejan el negocio global de las drogas NO es ningún participante latino, sino el poder que controla la oferta y la demanda global de las drogas se encuentra en Norteamérica. En pocas palabras, México y sus políticos solo siguen instrucciones. Triste pero cierto.

En conclusión, la sociedad mexicana aun NO se convence de la gran oportunidad que posee para eliminar la violencia, y aun si se convenciera eso NO importaría. La legalización de las drogas en México no esta en manos de los mexicanos. Lo que pase dentro de nuestras fronteras es cosa menor, las drogas solo serán legales cuando el imperio norteamericano así lo permita, mientras tanto a rezar y a comprar chalecos antibalas. Calderón y el resto de las huestes políticas mexicanas han hecho un buen papel en el libreto. Pero como toda buena película “hollywoodense”, el crédito más grande es para el actor principal, el cual hay que decirlo, NO habla español.

En hora buena para aquellos que han sabido leer el panorama y que han sacado ventaja de él. En especial a Televisa y TV azteca.

Un saludo para todos, César Sandoval
Mi correo c.sandoval2008@hotmail.com