enero 22, 2007

La gran lección de Ana Rosa a la izquierda


A Pablo con mucha gratitud

Ana Rosa Payán es una mujer de trabajo, de compromiso y de convicciones, eso nadie puede dudarlo. Pero de que es de derecha, es de ultraderecha. Y no lo digo en la tradicional lógica de definir la derecha como lo opuesto a la izquierda. No. Esta mujer es conservadora, tradicionalista y ha actuado toda su trayectoria pública imprimiendo su visión moral en todas sus tareas y aplastando, por ende, las libertades y las otras visiones.
Pero hoy esta mujer está convencida que es más importante ser gobernadora de Yucatán que cualquier cosa, y para su beneplácito el PRD es ya, sin duda alguna, un instituto político que mide su éxito no en la conformación de una izquierda nacional congruente sino en el número de votos que obtiene.
Así va avanzando desde ambos lados una potencial candidatura de la mujer que prohibió erotismo en el cine como alcaldesa de Mérida, que se ha pronunciado contra las campañas sobre el uso del condón, que promovió reglamentos que rezaban cosas como “la obligación de los ciudadanos de respetar los tradicionales valores religiosos característicos del pueblo yucateco”. Ella que siempre ha estado más cerca de la jerarquía católica que de la gente, ella quiere ser la candidata de la izquierda en Yucatán.
Sobraría preguntarle su postura sobre la pena de muerte, la despenalización del aborto, o las libertades sexuales de la gente para saber si es de izquierda o no. Pero eso no es lo importante, al parecer ni para ella ni para un sector de la ya auto denominada izquierda. Lo importante es que ella “saca votos”. O como bien dijo un dirigente perredista “quieren que por ser de derecha no la lancemos de candidata, pues no se les va a hacer, le tienen miedo”. No lo dudo. El PAN le teme por lo que le pueda quitar, los de izquierda le tememos por lo que puede significar, los únicos que aplauden son los priistas que les viene muy bien la división de votos panistas.
Es evidente que hemos entrado, hace tiempo, en una etapa en la que el pragmatismo electoral lo justifica todo. En el que no importa la oferta política, la propuesta o el contenido de un partido político, lo único verdaderamente relevante es lograr votos. Y como la gente vota por personas, dicen ellos, pues ofrezcamos personas, no ideas.
El resultado de esto, por el contrario de lo que pueda parecer, es el total desprestigio de la clase política y el aumento desmedido de la apatía ciudadana frente al quehacer público.
Ya las fracturas políticas se dan y gestan por derrotas electorales, no ideológicas. Se dan por perdidas en los espacios de poder, no por diferencias políticas de fondo.
La línea que divide a la izquierda de la derecha, a los conservadores de los progresistas, es una que se funda en las convicciones de la gente, en su capacidad de plantear maneras distintas de resolver problemas comunes. Si hoy es difícil saber qué es qué, si hoy tenemos gobiernos de supuesta derecha más capaces de respetar libertades que unos de izquierda, si hoy los partidos, sean cuales sean, son incapaces de resistir la tentación de las candidaturas por los simples votos, la política poco estará aportando a la construcción de una cultura política mas sólida y útil al país.
No se le puede exigir a la gente que distinga izquierdas de derechas si la clase política se rehúsa a hacerlo, no podremos profundizar el discurso, ni las propuestas si el único objetivo que la ciudadanía ve en los procesos de elección son intereses de grupos y de personas, y no verdaderas representaciones políticas.
Tarde o temprano llegará el día en el que la gente castigue, no el cambiar de partido, sino la ausencia de identidad política e ideológica. Más temprano que tarde, puede ser que este mismo 20 de mayo sea una primera muestra, la gente condenará con su voto el pragmatismo y tratará de tomar decisiones a partir de las ideas y de quién las transmita mejor.
El día que eso pase, el día que a ciudadanía deje de premiar estos actos y los ponga en su lugar, ese día la clase política empezará a cambiar.
Ese es el gran poder, aún semi oculto, que tiene el voto. Y, como dice el título de este texto, esa puede ser la gran lección que Ana Rosa Payán como candidata le puede dar a la izquierda y a la clase política en general.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Enteramente de acuerdo con tu artículo del día de hoy domingo21 de enero aparecido en La Crónica. Debe penalizarse el trasfuguismo político practicado por partidos y políticos que transitan alegremente de un partido a otro y travisten su ideología a gusto del mejor postor. Completamente de acuerdo contigo. Comencémos con tu padre Ricardo Pascoe Pierce que del troskysta PRT, pasó a ser un muy mal delegado de la Benito Juárez con el (neo) cardenismo, para acabar de Embajador del gobierno ULTRADERECHISTA de Vicente Fox y asesor (whatever that means) del impresentable FECAL. Saludos

FÓSFO MIRABAL dijo...

Luciano, coincido plenamente con la denuncia o crítica certera que contiene tu “post”, crítica ésta que va dirigida en contra de los “chapulines” políticos o tránsfugas. Es una denuncia que hasta el día de hoy, por desgracia, no ha perdido su vigencia u oportunidad, porque tal parece que la causas de la misma-la perfidia y la mercantilización de la política- se encuentran en una de sus mayores épocas “de esplendor”.
Ana Rosa Payán sólo es el ejemplo más reciente de la tendencia perredista de los últimos años: “reciclar” a los exmilitantes “controversiales”, malos y- en el peor de los casos- más nefastos de otros partidos políticos. (con ese tipo de decisiones, ¿realmente creen que se les puede considerar un partido de izquierda?) Otros ejemplos de ese “reciclaje” practicado por los perredistas son: Arturo Nuñez (actual senador por el estado de Tabasco); José Guadarrama (actual senador por el estado de Hidalgo), Manuel Camacho Solís (el gran “mariscal de campo” de AMLO), Socorro Díaz (excoordinadora de las redes ciudadanas de AMLO en la primera circunscripción plurinominal electoral) y un largo etc.

Ahora bien, también destaco y apoyo lo comentado por “Anónimo”. Desde hace cierto tiempo espero algunas declaraciones tuyas respecto a determinadas expresiones y acciones políticas de tu padre. Sé que podrás alegar que a ti no te corresponde explicar conductas ajenas. Sé que podrías argumentar, con gran fuerza, que el caso de tu padre no es exactamente igual al de Payán y a los de los otros individuos mencionados, porque: a) la admirable Patricia Mercado también fue trotskista; b) el haber sido delegado durante la administración de Cuauhtémoc Cárdenas implica haber sido delegado de un gobierno de izquierda (del “nacionalismo revolucionario”, pero izquierda al fin) y; c) un embajador o un diplomático es un representante de nuestra nación ante el resto del mundo y, por eso mismo, un “ave” que vuela muy por encima de cualquier “pantano” o “laguna” formada por disputas políticas o partidistas. Además, se podría decir que fue embajador en Cuba, un país “modelo” de las izquierdas.
Pero, las defensas y/o las aclaraciones se tornaran débiles cuando se tenga que abordar el apoyo de tu padre a FeCalillo. Apoyo que no es una simple ocurrencia, distorsión informativa o “mito”, ya que, además del carácter de “asesor” que “Anónimo” le atribuye a tu padre (lo cual desconozco si es cierto), tenemos que Ricardo Pascoe Pierce declaró antes de las elecciones pasadas (palabras más, palabras menos) que “la izquierda inteligente votará por Felipe Calderón” (¡¿?!) ¿Qué opinas de esta declaración? ¿estás de cuerdo con la misma?

Y una vez que se ha llegado hasta este punto, nos encontramos ante el hecho de que ya no sería conveniente u honesto de tu parte seguir aduciendo algunos de los posibles argumentos que he plasmado líneas arriba. ¿Por qué? Porque esas declaraciones las hizo tu papá siendo uno de los integrantes del Consejo Político Federado de Alternativa (mas no dirigente, como equivocadamente señaló Carlos Monsiváis) y porque tú eras coordinador de comunicación social (vocero) del partido (la “voz” del instituto político en gran medida) y porque tú eres, hoy en día, representante del mismo ante el Consejo General del IFE (un cargo nada irrelevante). Son estas últimas razones las que me orillan a formularte las preguntas contenidas en el anterior párrafo. Creo que los militantes y simpatizantes de Alternativa nos merecemos sus respectivas respuestas.
¿tú no?

Luciano Pascoe dijo...

Antes que nada les agradezco sus comentarios y sus sendas lecturas del blog, pues al final, para eso es este espacio, para la lectura y la reflexión.
No había contestado antes por varias razones. En primer lugar porque creo que en el exceso de adjetivos se esconde la ausencia de argumentos. Y es con argumentos que me interesa discutir.
Pero dado que Mirabal me emplaza a dar respuestas y este es un blog para debatir, sería, en efecto, poco congruente no dar algún tipo de reflexión.
Espero que la respuesta sea satisfactoria, pero dudo - dado lo leído- que así sea. Pero no hay peor lucha que la que no se hace.
De arranque vale la pena hacer una aclaración esencial. Mi texto no critica a Ana Rosa, o a los 'chapulines' o 'tránsfugas' políticos. No. Critica con vehemencia a los partidos políticos por prestarse a que el rédito electoral sea la consigna y no lo sea la congruencia política o ideológica. El texto se titula 'La gran Lección de Ana Rosa a la izquierda' y no al revés. Puede que este matiz les resulte menor pero engloba un tema de fondo y es que yo no me permito, ni lo haría, en juzgar a la gente por sus decisiones personales - cuyas motivaciones son de la esfera personal- y en mi afán socialdemócrata me seria imposible imponer mi visión del mundo a otras personas, imponer mis juicios morales frente a la libre decisión que cada una y uno de nosotros tenemos para hacer lo que nos plazca con nuestras vidas. Buscamos una sociedad de derechos y libertades.
Frente a esta lógica es que creo que cada quien es responsable de sus acciones. Solo yo de las mías y solo tú de las tuyas.
Mi problema es que los partidos no son entes monolíticos, únicos, homogéneos. Pero aun así creo que es responsabilidad de los partidos, de sus direcciones, de sus compromisos, el impedir su desdibujamiento ideológico. No es responsabilidad de Ana Rosa que el PRD se mantenga en un curso congruente. Es responsabilidad de Alterantiva postular gente que transmita sus propuestas, planteamientos, sus principios.
Monreal no es, en sí, un problema. Se convierte en un tema cuando tiene la posibilidad de cambiar de partido, convertirse en senador y plantear una agenda distinta a la original de su partido.
En esta línea de ideas te invitaría a no enfocarte en las personas, más bien en la forma en la que los partidos actuamos y nos conducimos. Como militante de Alternativa que eres, nuestra responsabilidad es incidir en la construcción de un partido distinto, que no caiga en ese pragmatismo electorero.
Si tu y yo, en conjunto con nuestro partido, nos dedicamos a juzgar las decisiones de las personas estaremos cayendo en – precisamente- lo que hace la derecha y los conservadores.
No impongamos nuestros juicios sobre la gente, impongámoselos a las instituciones.
Se que lo que deseas es saber que opino de mi padre. Esa es mi opinión y me la reservo.
Te puedo decir que la renuncia de Ricardo Pascoe al Consejo Político Federado de Alternativa fue sometida previo a esas declaraciones que relatas.
Quisiera que tus dudas o preguntas, quejas o comentarios fueran sobre mi desempeño político. No sobre el de alguien más.
Quisiera que llegásemos a un momento en el que el juicio sobre mi persona valga sobre mis hechos y deshechos, no sobre los de alguien mas.
No creo haber declarado nunca contra nuestros postulados, ni contra nuestros principios. A pesar de que la vocería de un partido heterogéneo no es una tarea sencilla. Máxime he usado mis espacios personales para seguir promoviendo nuestras posturas e ideas.
Espero que esta respuesta te parezca suficientemente honesta y conveniente como sugieres. Pero más aun espero que sea la respuesta que, como dices, se merecen nuestras militantes.
Gracias de nuevo!

FÓSFO MIRABAL dijo...

En primer lugar, yo también te expreso mi agradecimiento. Agradecimiento que tiene su origen en el hecho de que hayas dado lectura y contestación a mi comentario. Me gustó la idea de que respondieras a mi “emplazamiento” sin temor y de manera expedita (en el mismo día que hice mi comentario. Eso es bueno) Esta clase de intercambio de opiniones y/o mini-debates es una de las actividades que fortalecen al partido. Así mismo, el gusto o interés en practicar ese tipo de actividades es una de las cualidades que debe poseer cualquier integrante o simpatizante de Alternativa y/o de otra organización política que se ostente y aspire ser una auténtica opción de izquierda progresista y moderna.

Ahora bien, algunos puntos de tu respuesta me permiten nuevamente “tomar” el uso de la palabra (o del teclado para ser más precisos), por ejemplo:

A) ¿A quién de los dos “comentaristas” del “post” en cuestión le atribuyes el exceso de adjetivos? ¿a qué te refieres cuando dices “espero que la respuesta sea satisfactoria, pero dudo - dado lo leído- que así sea.(…)” ? Es decir, ¿qué parte en concreto de los comentarios te provocó dicha duda?

B) Acepto y agradezco la aclaración que realizas respecto a lo que critica tu texto. Pero, ¿es a mí a quien le achacas tratar de imponerles a otros individuos una visión personal del mundo? Si la respuesta a lo anterior es afirmativa, ¿de qué forma o en qué momento intento hacer ello?

C) Es muy cierto-y estoy totalmente de acuerdo- en que “buscamos una sociedad de derechos y libertades”, pero también-yo agregaría- de congruencia y responsabilidades.

D) Coincido plenamente cuando dices que “es responsabilidad de Alternativa postular gente que transmita sus propuestas, planteamientos, sus principios.”

E) Aprecio la invitación que haces referente a “no enfocarte en las personas, más bien en la forma en la que los partidos actuamos y nos conducimos” Pero, varios opinarán que los partidos “actúan” y se “conducen” a través de o mediante personas de carne y hueso. Es decir, si bien es cierto que “los partidos no son entes monolíticos, únicos, homogéneos”, también lo es que no son entes “concretos” o poseedores de una “corporalidad” que les permita actuar de manera independiente o ajena a las formas en que actúan las personas que los integran. En otras palabras son-al igual que otras instituciones- abstracciones creadas y desarrolladas por el hombre y que, por lo tanto, son operadas o “puestas a andar” por los humanos. Además, ¿no incluyes también al “factor humano” (y no sólo al “factor institución) cuando señalas que “la gente condenará con su voto el pragmatismo y tratará de tomar decisiones a partir de las ideas y de quién las transmita mejor”?

F) Respeto tu decisión de reversarte la opinión que tienes sobre tu padre.

G) Sí das respuesta-de manera implícita o indirecta- a las interrogantes que te formulé con relación a la declaración de tu papá. Eso lo haces cuando dices “No creo haber declarado nunca contra nuestros postulados, ni contra nuestros principios. A pesar de que la vocería de un partido heterogéneo no es una tarea sencilla. Máxime he usado mis espacios personales para seguir promoviendo nuestras posturas e ideas” Me alegra haber leído ello (algunos dirán sarcásticamente: “era mucho más fácil que sólo dijera sí o no”

Finalmente, pasando a otro tema, y aprovechando que quieres que “tus dudas o preguntas, quejas o comentarios fueran sobre mi desempeño político. No sobre el de alguien más”, te solicito, atentamente, me digas: ¿en que estado se encuentra, dentro del Consejo General del IFE, la propuesta hecha por Alternativa para reducir en un 20% el financiamiento público que recibirán los partidos políticos en este año? Por tus respuestas a esto último, así como a mi comentario, te reitero mi gratitud.

Luciano Pascoe dijo...

Yo soy quién - y sin ánimo de entrar en una carrera de cebollazos- te agradece que leas este blog y te interese debatir, preguntar, cuestionar.
Con gusto te daré mis ideas sobre cada apartado que planteas.

Dices: A) ¿A quién de los dos “comentaristas” del “post” en cuestión le atribuyes el exceso de adjetivos? ¿a qué te refieres cuando dices “espero que la respuesta sea satisfactoria, pero dudo - dado lo leído- que así sea.(…)” ? Es decir, ¿qué parte en concreto de los comentarios te provocó dicha duda?

Digo: Las incognitas que lanza Anonimo parten de una sobrecarga de adjetivos que no me interesó contestar. A él iba ese primer comentario. No a ti, a quién de inmediato respondí.
Sobre lo segundo. La duda parte cuando lanzas una serie de ‘respuestas’ probables mías y solicitas que no las use en mi respuesta. Supuse, equivocadamente, que podría ser que mi respuesta no te resultara útil.

Dices: B) Acepto y agradezco la aclaración que realizas respecto a lo que critica tu texto. Pero, ¿es a mí a quien le achacas tratar de imponerles a otros individuos una visión personal del mundo? Si la respuesta a lo anterior es afirmativa, ¿de qué forma o en qué momento intento hacer ello?

Digo: No, de ninguna manera te achaco eso. Digo que lo fácil es que acabemos imponiéndole nuestra visión del mundo a otras personas, cuando ellas tienen todo su derecho (sociedad de derechos) a opinar, pensar, decidir como les dicte su conciencia.

Dices: C) Es muy cierto-y estoy totalmente de acuerdo- en que “buscamos una sociedad de derechos y libertades”, pero también-yo agregaría- de congruencia y responsabilidades.

Digo: Los derechos, ampliamente entendidos, implican responsabilidades. Y la congruencia es un deber nuestro, coincido contigo.

Dices: D) Coincido plenamente cuando dices que “es responsabilidad de Alternativa postular gente que transmita sus propuestas, planteamientos, sus principios.”

Digo: Gracias!

Dices: E) Aprecio la invitación que haces referente a “no enfocarte en las personas, más bien en la forma en la que los partidos actuamos y nos conducimos” Pero, varios opinarán que los partidos “actúan” y se “conducen” a través de o mediante personas de carne y hueso. Es decir, si bien es cierto que “los partidos no son entes monolíticos, únicos, homogéneos”, también lo es que no son entes “concretos” o poseedores de una “corporalidad” que les permita actuar de manera independiente o ajena a las formas en que actúan las personas que los integran. En otras palabras son-al igual que otras instituciones- abstracciones creadas y desarrolladas por el hombre y que, por lo tanto, son operadas o “puestas a andar” por los humanos. Además, ¿no incluyes también al “factor humano” (y no sólo al “factor institución) cuando señalas que “la gente condenará con su voto el pragmatismo y tratará de tomar decisiones a partir de las ideas y de quién las transmita mejor”?

Digo: Los partidos, con la excepción de Nueva Alianza, somos resultado de muchas conciencias, voluntades e ideas. Las posturas institucionales surgen de la construcción colectiva, no personal. Desde ahí reciben dinero público, se deben a las instituciones, estatutos y leyes. Las personas podemos tomar, en nuestra vida, cualquier decisión que nos plazca. Los partidos no. Alternativa debe ser reflejo de una acumulación de sabidurías, ideas, prejuicios, proyectos, propuestas. Esa es una gran diferencia. Es evidente que las ‘instituciones, sean cuales sean, están integradas por personas. Pero eso no significa que se comporten, rijan como tú o yo en nuestras vidas intimas, propias.
Si un partido decide tomar una decisión especifica no es responsabilidad de una sola persona, lo es de todas y todos aquellos que por coincidencia u omisión la permiten. Los errores son parte de nuestra vida, tratemos de que Alternativa cometa los menos posibles.

Dices: F) Respeto tu decisión de reversarte la opinión que tienes sobre tu padre.

Digo: Gracias, de nuevo.

Dices: G) Sí das respuesta-de manera implícita o indirecta- a las interrogantes que te formulé con relación a la declaración de tu papá. Eso lo haces cuando dices “No creo haber declarado nunca contra nuestros postulados, ni contra nuestros principios. A pesar de que la vocería de un partido heterogéneo no es una tarea sencilla. Máxime he usado mis espacios personales para seguir promoviendo nuestras posturas e ideas” Me alegra haber leído ello (algunos dirán sarcásticamente: “era mucho más fácil que sólo dijera sí o no”

Digo: Algunos siempre dicen algo sarcásticamente.

Dices: Finalmente, pasando a otro tema, y aprovechando que quieres que “tus dudas o preguntas, quejas o comentarios fueran sobre mi desempeño político. No sobre el de alguien más”, te solicito, atentamente, me digas: ¿en que estado se encuentra, dentro del Consejo General del IFE, la propuesta hecha por Alternativa para reducir en un 20% el financiamiento público que recibirán los partidos políticos en este año? Por tus respuestas a esto último, así como a mi comentario, te reitero mi gratitud.

Digo: Este 31 de enero se realizará la sesión de Consejo General del IFE en el que se discutirá ese tema dentro de otros importantes. Hemos seguido empujando la idea de lograr esta reducción, o alguna en su caso. Las tensiones con los otros partidos son amplias y no está del todo claro como actuará el CG. Pero mi compromiso es seguir peleando por esta reducción y, más aún, insistir en que no tenemos que esperar a una reforma electoral integral para empezar a tomar pasos en el sentido correcto.
Con gusto publicaré en el blog un resumen sobre la sesión y nuestras posturas, así como las decisiones que se tomen.
Saludos

Anónimo dijo...

6 adjetivos entre 91 palabras, ¿es "sobrecarga" de adjetivos? Yo sólo veo evasión y cantinfleo de tu parte.

Eduardo Rentería dijo...

Luciano y Mirabal:

Así se hacen las discusiones inteligentes...