noviembre 12, 2009
Aborto y pena de muerte: el complot conservador
Algo pasa en el país. Las fuerzas conservadoras, tradicionalmente ubicadas en el Yunque y la Iglesia, están moviéndose, construyendo acuerdos y avanzando su agenda. Se ve y se siente por muchos lares, con varios audaces movimientos y, como siempre, lo hacen sin rostro, sin abrir los debates al público. Buscan detener la legalización del aborto, quitarle su hija a Alondra por ser una madre transexual, detener el debate sobre la legalización de las drogas y lograr que la pena de muerte se haga realidad.
Ahí vienen y no será una lucha sencilla detenerles, tienen dinero, poder, políticos a su servicio y ganas de —ahora sí— gobernar.
Se puede calcular su inicio en los estados de Baja California, Sonora y Morelos. Ahí parece que las condiciones estaban dadas para el avance de la reacción, del complot conservador. Ya son 16 los estados que se han sumado a esta ofensiva en contra de, principalmente, las mujeres.
Silenciosa como es, la derecha no anuncia sus victorias, no las festeja y no las hace motivo de debate. A eso le huyen, al debate. Prefieren —cómo templarios— ir logrando que las cosas retrocedan sin que nadie se dé cuenta del todo.
En estas entidades se ‘vacunaron’ contra el virus del derecho de las mujeres a decidir y modificaron sus constituciones locales para que el estado defienda la vida desde la concepción. Calladitos, los reaccionarios —imagínelos como guste—, construyeron una victoria que le costará mucho a la sociedad y las fuerzas progresistas revertir.
Estos ‘éxitos’ se lograron con el concierto del PAN y el PRI (que demuestran cada día más ser los adalides del pensamiento socialdemócrata) en sus cámaras locales, junto con los gobernadores correspondientes y los dirigentes de la jerarquía católica en cada entidad. Por supuesto que ahora al gobernador de Veracruz y al Estado de México ya les gustó la idea y la quieren empujar.
Todo por quedar bien con los que representan a la derecha y obtener sus favores económicos y electorales con miras al 2009 y el 2012. Pero los políticos son sólo pequeños instrumentos de un grupo fáctico que quiere detener el movimiento progresista en el país y asegurar que las cosas sólo cambien en su beneficio, en ningún otro.
Se les vio también asomados en la discusión sobre el cierre temprano de los bares y centros nocturnos en el Distrito Federal, felices de que se pierdan libertades y que los políticos sean tan torpes que supongan que los problemas de adicciones y de ebriedad se resuelven mandando a la juventud a dormir más temprano. No regulan el consumo del alcohol adulterado, no revisan las medidas de seguridad de un inmueble, ni proveen transporte público seguro a media madrugada, pero se sienten felices de que la juventud tenga menos tiempo para ‘pecar’, y que estarán, creen ellos, más temprano en sus casas. Esa es la derecha que, conservadora, desvaría pero avanza, usando una clase política poco entendida en sus temas. Solo la diputada SanchezArmas peleó por una ampliación de libertades, y no su reducción.
Usan a Humberto Moreira, gobernador priista, quien, ambicioso como es, mordió el anzuelo de ser noticia nacional y pasar de poco conocido a infame. Coahuila quiere que se legalice la pena de muerte. Quieren hacerlo porque saben que la sociedad está cansada, furiosa y sin alternativas para hacer frente a esta oleada de violencia que llegó ya a 5 mil muertes este año.
Aprovechan y lucran con el legítimo hastío y lo convierten en revancha, en venganza, y se olvidan que esa es la historia de la que venimos y de la que nos tenemos que alejar.
Pero para los conservadores lo mejor es que florezcan los peores sentimientos para que, con ellos, avance la agenda del rencor y del retroceso. La pena de muerte hoy es apoyada por el PRI y el Verde y, mire usted que cosas, rechazada por el PRD, el PAN y el PSD.
Usando a su histórico aliado, el PRI, la derecha percibe que el PAN deja de ser tan útil como lo habían pensado y recuperan al hijo prodigo, aquél que al dejar de ser viable, lo perdieron pero que hoy lo quieren recuperar ante su ‘inevitable’ crecimiento electoral.
El complot conservador no es torpe, ni ingenuo. Sabe que este momento, con las izquierdas despedazadas entre sí, mirándose sólo entre ellas, es el momento ideal para avanzar. Saben que hoy el representante más público de la izquierda es todo menos progresista y que no recibirán oposición.
Lo seguirán haciendo en todo el país, tratando de cerrar el paso a los movimientos progresistas, atacando la diversidad social y sexual, restringiendo los derechos a decidir y ampliando los derechos para matar. Seguirán tratando de imponer una sola manera de hacer familias y tratando de extinguir a familias como la de Alondra. Seguirán tratando de lograr que las instituciones de protección social y familiar sean promotoras de visiones únicas y excluyentes.
El objetivo final de este movimiento es el de regresar las cosas a su estado mas primal, dejar de reconocer el desarrollo de la gente, de la sociedad, del pensamiento, y retrotraer las visiones y versiones más antiguas de lo ‘correcto’ y lo ‘incorrecto’, regresarle al Estado su visión de buenos y morales contra malos e inmorales. Darle la posibilidad de venganza y revancha.
Este avance sólo encontrará fin cuando la sociedad se movilice para denunciar y evidenciar estos movimientos. Es tiempo de pensar diferente, de actuar diferente. No es demasiado tarde para hacer algo.
Es tiempo de recuperar el espacio público, no de concederlo; de ampliar las libertades, no de restringirlas; de abrir debates, no de esconderlos; de convencer sobre lo que creemos, no de imponer nuestras convicciones; de respetar a los distintos, no de intentar segregarlos.
El reto es impedir que se queden los reaccionarios con una clase política a su servicio. De eso se trata este tiempo, esta oportunidad, de detener el avance conservador.
Publicado en Crónica el Domingo 7 de Diciembre del 2008
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6 comentarios:
Muchas veces he tratado de tocar el tema que expone hoy con personas de diferentes opiniones y criterios. Pero hasta el momento, sólo he recibido la misma respuesta: silencio. ¿Por qué? Mi por qué quiere decir, entre muchas demás razones, ¿por qué la gente sólo habla sin enterarse de la situación en la que nos encontramos? ¿Por qué para muchos es mejor ignorar, dejarlo pasar inadvertido, hacer como que no existe? Un ejemplo que ya tocó Ud. antes pero, a mi parecer, es lo que sin duda me llega más... El Aborto. Las personas prefieren ignorarlo, no toman en cuenta la enorme cantidad de mujeres que se deciden por este método. Están en su derecho, dentro de lo que cabe, ya que son ellas quienes cargarán con el peso en su conciencia y porque son ellas quienes experimentarán el proceso. En fin, me salí del tema.
De antemano agradezco su antención.
Esperando esté bien: Karolina Rodríguez.
Lo único que me provoca un poco de incomodidad es que los que depositamos la esperanza en este proyecto socialdemócrata nos vimos francamente decepcionados al ver las uniones del PSD con el PRI, ese partido pseudo socialdemócrata. Ahora vemos que criticas al PRI con su ala conservadora, pero sigo frustrado de haber visto la mezcla PSD-PRI......al grado de no haber votado a nivel local por el PSD solo a nivel federal.
la mano perversa de la iglesia. los hipocritas de doble moral ya falta poco para que en mexico se lapiden inocentes mujeres como hacen en aquellos paises
retrogradas. el mismo destino sufriran los homosexuales mexicanos
sigan agarrando rosarios y mantener
su doble moral
Ciertamente, con lentitud nos orillamos más y más hacia la derecha. Sin victorias, para que, cuando menos nos demos cuenta, estén mas y mas enquistados en el poder. Hace poco en una misa en cierta ciudad conservadora, escuché a un cura sugieriendo a sus feligreses no creer la teoría de la evolución... Triste cuadro la verdad. Creí que mi natal veracruz era liberal, me decepciona saber que es tan retrógrado y conservador como Guanajuato y Jalisco. que tristeza la verdad. Prefieren dogmas que ciencia nuestros políticos mediocres.
Es siempre reconfortante acercarme a una conciencia cuya lógica obedece al progreso, libertades, tolerancia, etc., un espacio de izquierda lúcida y moderna (como este blog).
Expresada ya mi admiración, no puedo dejar de reprochar la insuficiencia de voluntad de la que usted y otros socialdemócratas fueron partidarios.
A pesar de mi corta edad (17 años) fui muy cercano al PSD, probablemente más de lo deseado pues me percate y constate repetidamente lo deficiente de su actuar político. Comprendo lo difícil que debe ser hender aquella red pervertida por la ignorancia y la corrupción que representa la política mexicana, comprendo también lo útopico que resulta un desenlace airoso de esa tarea. Pero esto anterior es solo justo considerarlo y lamentarse, si el ejercer personal fue ejemplar, elemento del que usted no se puede jactar.
Es solo hipócrita sentarse a criticar la izquierda mexicana cuando uno mismo contribuyo al desplome de esta. Es poco práctico utilizar sus dotes como ensayista para criticar al conservadurismo mexicano cuando al tener la oportunidad de asestar un golpe se desperdició. Es cínico no trabajar en la construcción de alternativas reales al empoderamiento derechista del país, en vez de articular una asociáción política de fuerza menguante.
Por su atención gracias.
Luciano:
Interesante tu artículo sobre el tema, Veracruz fue el estado número 17 en sumarse al complot conservador como le llamas con la mayoría mecánica del PRI en el Congreso local.
Enlazo lo anterior con tus comentarios sobre la izquierda y su responsabilidad para ejercer la crítica en el interior de la misma, por tanto, te pregunto:
¿Qué tienes que decir respecto a Veracruz, en donde impulsaste la alianza como dirigente del Partido Socialdemócrata junto con Alberto Begne y Díaz Cuervo con ese PRI que se sumó al compot conservador?
¿No crees que sería bueno que lograras explicar y articular algo al respecto?
Al final, Tú, Begné y Díaz Cuervo al haber hecho la alianza en el 2007 con ese PRI veracruzano son parte de dicho complot conservador ¿o no?
Saludos
Tomás González Corro
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